Cuatrocientos viajeros hicieron huir a los empleados de la aerolínea que les dejó en tierra y cortaron el tráfico rodado en Barajas

El aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez sufrió el pasado 9 de julio un incidente que había pasado desapercibido. Alrededor de cuatrocientos viajeros se soliviantaron ante la cancelación de un vuelo con destino a Santo Domingo, provocaron que los trabajadores de World2Fly tuvieran que cerrar el puesto de la aerolínea y huir. A continuación, los viajeros hicieron una sentada y cortaron el tráfico rodado en el exterior.

El pasado 9 de julio fue domingo. Los hechos ocurrieron alrededor de las 21:30 horas, cuando los viajeros fueron informados que sus vacaciones se veían afectadas por la cancelación del vuelo que debía haber despegado tres horas antes. La compañía alegó una avería en el avión que debía llevar a los pasajeros al Caribe. World2Fly les ofreció pagar a los pasajeros el precio del billete y una compensación de 600 euros.

Los viajeros no quedan satisfechos con la solución que ofrece la compañía y la situación comienza a tensarse, hasta el punto de que los trabajadores se ven obligados a cerrar el puesto y abandonar el lugar. A continuación, los clientes salen fuera de la terminal, ocupan los carriles de circulación de taxis e impiden su circulación y la de algún autobús. 

La situación provoca que la Policía Nacional del aeropuerto pidiera refuerzos a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), similar a los antidisturbios. También solicitan la participación de patrullas de la Policía Municipal. Los pasajeros deponen su actitud una hora después, sobre las 22:30. La Policía vigiló la situación hasta ya entrada la madrugada. 

Aglomeraciones en el control de pasaportes

El incidente tuvo lugar en medio de una serie de retrasos en las colas del control de pasaportes, un problema que enfrentó a las compañías aéreas y al Ministerio del Interior en el pasado. La espera ha llegado hasta demorarse cerca de dos horas en algunos vuelos de las últimas semanas repitiéndose el problema del verano y la Semana Santa pasada, pese a los refuerzos del Ministerio del Interior.

Esta vez, la Asociación de Líneas Aéreas asegura que son “problemas puntuales” y niega que se esté produciendo una congestión, como ocurrió el verano pasado y en Semana Santa, cuando la recuperación del tráfico aéreo con el final de la pandemia fue mucho más rápido que la reposición de efectivos policiales. 

El Ministerio del Interior alega que el número de agentes destinados al control de pasaportes se ha incrementado un 25%, desde los 362 hasta los 451 actuales, de acuerdo al aumento de tráfico aéreo coincidiendo con el final de las restricciones de la pandemia de Covid.

El 23 de junio pasado, la Terminal 1 tuvo esperando a los viajeros hasta 110 minutos en el control de pasaportes para acceder a España. Esa misma terminal, dos días más tarde, registró una enorme cola para los viajeros que iban en el sentido inverso, esto es, que pretendían salir del país. A las 23:00 aproximadamente estuvieron esperando una hora y media solo para el control de pasaportes. 

Al día siguiente, el 26 de junio, se volvieron a repetir los problemas. Esta vez, de madrugada. Pese a ser las 5 de la mañana, los pasajeros que querían tomar un vuelo hacia el extranjero estuvieron en una cola dos horas. El domingo, 2 de julio, hubo que esperar 50 minutos para que los policías nacionales revisaran el pasaporte de los viajeros en la sala 1 de la T. Justo una semana después, el 9 de julio, las colas de pasaportes de salida fueron de 45 minutos en las salidas de la T4. Problemas similares se registraron en esta terminal y en la T1 el pasado viernes, en plena operación salida, durante la mañana y el mediodía.

Fuentes policiales explican que el aumento de agentes no basta porque las cabinas donde van destinados para ir controlando la documentación de los pasajeros siguen siendo las mismas, así como las “esclusas” del sistema ABC, que inspecciona automáticamente el pasaporte, sin la presencia física de un policía, y que abre una barrera si todo está correcto.

Bandas de asesores fiscales, el nuevo timo del aeropuerto

Cuatro bandas de presuntos delincuentes han sido detectadas en las últimas semanas en el aeropuerto de Barajas con una práctica sorprendente: se ofrecen a los pasajeros que van a embarcar en vuelos y llevan mucho equipaje y se presentan como “asesores fiscales”. A cambio de una cantidad de dinero les acompañan al puesto de facturación de las maletas en las compañías y cuando los empleados quieren cobrar a los pasajeros por exceso de equipaje, los supuestos asesores montan una algarada y amenazan a los trabajadores de las compañías, incluso citándoles al término de su turno.

Ante la actuación de estos grupos, que se dividen por distintas nacionalidades, las compañías aéreas han tenido que comenzar a contratar seguridad privada sin que la Policía Nacional haya resuelto aún el problema.

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