El Gobierno paraguayo justifica un operativo denunciado por familiares de las víctimas

El ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, justificó este lunes el operativo policial contra el narcotráfico que la pasada semana se saldó con la muerte de 5 personas abatidas por los agentes, dos de las cuales eran albañiles que no pertenecían a la banda criminal, según denunciaron sus familiares.

El operativo se desarrolló el pasado 1 de mayo en una casa de campo cercana a la ciudad de Capitán Bado, departamento de Amambay (fronterizo con Brasil), que funcionaba según la Fiscalía como cuartel general de una rama del grupo criminal brasileño Comando Vermelho, dedicada presuntamente al narcotráfico y al “secuestro extorsivo”, según indicó Villamayor.

Según la versión oficial, durante el allanamiento se produjo un enfrentamiento armado entre los ocupantes del lugar y los agentes de la Policía Nacional, en el que fallecieron esas cinco personas y tras el cual otras seis fueron detenidas, mientras que once lograron huir.

Al menos dos de los cinco abatidos eran albañiles que trabajaban en las obras de esa vivienda, según denunciaron posteriormente sus familiares a los medios locales.

En ese sentido, el ministro aseguró hoy ante los medios que no hubo ningún “error de procedimiento” y restó credibilidad a la versión de los familiares, argumentando que al estar en el lugar, “esas personas estaban, de un modo u otro, cumpliendo roles o tareas” para el grupo criminal.

“El lugar es una base narco, nadie puede negar eso. En consecuencia, todas las personas que están vinculadas (a la casa allanada) se corresponden con actividades relacionadas con el narcotráfico”, aseveró.

Villamayor relató además que cuando llegó la comitiva policial a la casa para realizar el registro, su presencia “fue repelida a tiros”, por lo que los agentes tuvieron la “obligación” de responder al tiroteo, que según el ministro, dejó el vehículo blindado que encabezaba el convoy con “entre 16 y 20 disparos”.

Las pesquisas se iniciaron hace tres meses gracias a un trabajo conjunto entre la unidad de inteligencia policial y la Fiscalía paraguaya y en el operativo se logró capturar, aunque herido, al presunto jefe de la organización criminal, que permanece internado en un hospital, afirmó el titular de Interior.

En el interior de la vivienda registrada, las autoridades se incautaron de varias armas cortas y largas, munición, chalecos antibalas, ropa de camuflaje, teléfonos móviles y un ordenador portátil.

El grupo, que según el Ministerio Público también se dedicaría a realizar asaltos bancarios, era presuntamente apoyado por el Comando Vermelho, el segundo grupo criminal más importante de Brasil, después del Primer Comando Capital (PCC).

Ambos grupos también operan en Paraguay, especialmente en las zonas fronterizas con Brasil, como la ciudad de Pedro Juan Caballero, donde controlan el tráfico de drogas.