La mala gestión fuerza a Montoro a destituir a un amigo al frente de Loterías

Poco ha durado en el cargo José Miguel Martínez. Oficialmente, su abandono ha sido justificado “por razones de salud” pero fuentes de Loterías aseguraron a eldiario.es que se trata de un cese en toda la regla por su “pésima gestión” al frente de la SELAE cuyas ventas no han dejado de caer desde que Martínez se hizo con las riendas del organismo público en enero de 2012.

Su designación como presidente de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) fue una decisión personal del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para sustituir a Aurelio Martínez Estévez, anterior gestor del organismo publico por designación del Gobierno del PSOE. El ministro siempre ha desmentido que hubiera vínculo familiar alguno entre ellos, pero gracias a su recomendación Martínez recalaba por segunda vez en la SELAE ya que fue su director general durante el mandato de Aznar.

Uno de los motivos que parecen haber pesado más en su cese es el imparable descenso en la recaudación en estos dos últimos años pese a que SELAE sigue siendo una empresa rentable. Según los datos de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administraciones de Loterías (ANAPAL), ratificados a eldiario.es por el director Comercial de Loterías, Juan Antonio Gallardo, las ventas han ido disminuyendo en estos dos años hasta caer un 12% debido a la crisis económica, a la competencia del juego online, cada día más pujante, y también al hecho de que el Gobierno decidiera gravar con el 20% los premios mayores de 2.500 euros, algo que ANAPAL nunca ha acabado de entender. Como tampoco ha entendido que en tiempos de crisis se haya subido el precio de los décimos de algunos sábados a 15 euros, lo que ha provocando la desaparición de muchas de las tradicionales ‘peñas’ y que mucha gente se borre de los números ‘abonados’.

A ello hay que sumar el fracaso de la SELAE en la República Dominicana, país con el que Loterías cerró al poco de llegar Martínez un convenio para la celebración conjunta del sorteo del Gordo de la Primitiva. El ‘negocio’ despertó recelos desde el principio por sus riesgos pero también por las supuestas irregularidades que rodearon la operación. Riesgos, porque allí no se aplicaba el gravamen del 20% a los premios mayores y porque en el caso de que un ‘pleno’ hubiera ido a parar a un boleto sellado en aquel país caribeño –algo poco probable pero no imposible– habría sido el Estado español el que tendría que haber abonado el premio, que suele ser muy cuantioso.

Precisamente, los frecuentes viajes de Martínez a Santo Domingo y a otros países de Europa y América, le costaron que los trabajadores de Loterías le apodaran Willy Fog o “el presidente viajero”, por su afán de emular al protagonista de la popular serie de dibujos animados de los años 80 dedicado a dar la vuelta al mundo por una apuesta. Sin embargo, de estos constantes desplazamientos por dentro y fuera de España no se daban detalles en la web corporativa de SELAE ni se informaba en las notas de prensa. Uno de los recientes destinos de Martínez fue Singapur, país con una fuerte implantación del negocio del juego, en donde al parecer el presidente y varios directivos permanecieron una semana aunque el director comercial de SELAE sostuvo al ser preguntado por este diario que se trató de un viaje de “48 horas”.

Gallardo explicó entonces que no podía concretar cuántos desplazamientos había hecho Martínez desde que accedió al cargo ni sus costes, aunque los justificó porque el presidente de la SELAE “pertenece a tres organizaciones importantes de carácter internacional”: CIBELAE, la corporación iberoamericana de loterías y apuestas del Estado, cuya sede oficial está en España pero cuyas reuniones, Congresos o seminarios se hacen cada vez en un país distinto; Europan Lotery, la asociación europea de Loterías, y la Asociación Mundial de Loterías, organismo éste último que, según explicó Gallardo, corre con los gastos de los viajes que realiza el presidente de SELAE y a los que “a veces” va él también así como algunos de los cargos directivos de la sociedad.

Tampoco quiso precisar los sueldos que cobra el nuevo equipo directivo tras el Plan de Redimensionamiento de la Sociedad aprobado el 22 de marzo por el Consejo de Administración de la SELAE por el que prácticamente se duplicó el número de cargos en la alta dirección aunque las fuentes consultadas por eldiairio.es los cifraron entre 75.000 y 85.000 euros anuales. “Lo que yo gano no se lo voy a decir. Y lo que gana el presidente, no tengo ni idea y, además, son datos personales. Pero si lee el decreto 541/2012 lo tiene ahí”, contestó Gallardo. Pese a todo, luego reconoció que las cifras citadas no andaban muy desencaminadas.

La nueva reorganización de la sociedad o “redimensionamiento” cayó como un jarro de agua fría entre los 600 trabajadores que componen la plantilla de Loterías, cuyo malestar va más allá de las andanzas viajeras de su presidente, precisamente por las diferencias salariales existentes. Por un lado, entre los que pertenecían a la antigua SELAE y, por otro, entre los 200 trabajadores provenientes de la extinta STL, la empresa encargada del mantenimiento técnico de loterías que se incorporó al nuevo organismo hace aproximadamente un año, que mantienen sus antiguos privilegios.

Los trabajadores ven ahora con preocupación el futuro. La privatización parcial del organismo y su salida a bolsa fue paralizada en el último momento por el anterior Gobierno socialista. Tampoco Mariano Rajoy ha querido impulsar esa operación. El Ejecutivo del PP también decretó la suspensión transitoria del préstamo sindicado de 1.500 millones de euros que estaba gestionando SELAE para financiar el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de este año. La decisión fue justificada por las mejores condiciones del mercado y de financiación de nuestro país.

El que fuera portavoz del Gobierno de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, se ha hecho eco este miércoles de la noticia en Twitter. Rodríguez, que al conocer su salida afirmaba que Martínez era un “inútil” que nunca tendría que haber llegado al puesto, comentaba minutos después que “habrá que investigarlo”.