Emiliano García-Page se ha convertido en presidente de Castilla-La Mancha tras recibir la confianza, en votación por llamamiento, de 19 de los 33 diputados de las Cortes regionales, mayoría absoluta que le permitirá completar su segundo y último mandato, ya que la región tiene restringidos por ley los periodos de gobierno de un mismo presidente a ocho años. Escribe Carmen Bachiller.