En la Basílica de la Macarena de Sevilla reposan los restos de Gonzalo Queipo de Llano, Teniente General del Ejército durante la guerra civil española y reconocido genocida por el derecho internacional. Este miércoles, como cada 17 de julio desde hace dos años, y coincidiendo con el aniversario del golpe de estado que supuso el inicio de la Guerra Civil española, decenas de personas se han congregado frente a la iglesia en una vigilia con la que exigen que el general salga de La Macarena. Y lo hacen con la ley en la mano. Concretamente con el artículo 32 de la Ley de Memoria Histórica de Andalucía, que persigue aquellos elementos contrarios a la Memoria Democrática ubicados en espacios de uso público como es la basílica de este barrio sevillano. Escribe Carmen Pérez Acal.