La presidenta en funciones de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), Núria Llorach, presionó al director de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo, para que diera su visto bueno a emitir el anuncio institucional del 1-O. Lo hizo ante las reticencias mostradas por Gordillo después de que el Tribunal Constitucional suspendiera la consulta y advirtiera a los responsables de los medios públicos catalanes de que si no impedían cualquier iniciativa relacionada con la votación podrían incurrir en un delito de desobediencia.