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El 'número dos' de Forn revela que contó con el respaldo del secretario de Estado de Interior meses antes del 1-O

El 'número dos' de Forn revela que contó con el respaldo del secretario de Estado de Interior meses antes del 1-O

EUROPA PRESS

MADRID —

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El que fuera secretario general de la Consejería de Interior de la Generalitat con Joaquim Forn, César Puig, ha revelado este jueves que el mismo día en el que el exconseller tomó posesión de su cargo, dos meses y medio antes del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, recibió un mensaje de Whatsapp del entonces secretario de Estado de Interior, José Antonio Nieto, en el que valoraba la “fructífera” relación que habían mantenido hasta ese momento y que esperaba que siguiera en el cargo a partir de ese momento.

Así lo ha explicado Puig en respuesta a las primeras preguntas que le ha dirigido el fiscal Pedro Rubira, en concreto acerca del relevo en la Consejería de Interior que se produjo en el verano anterior al 1-O, cuando Jordi Jané fue sustituido por Forn. El representante del Ministerio Público ha llegado a decir que estos cambios se llevaron a cabo porque el entonces presidente catalán, Carles Puigdemont, quería un perfil “más radical” en este departamento.

Puig no ha replicado sobre esta última observación, sino que se ha limitado a explicar que una vez producido el relevo, él pensó que Forn le apartaría porque era una persona de la confianza de Jané, con quien había trabajado en la consellería desde 2015. El día de la toma de posesión del nuevo responsable de Interior, ha afirmado, recibió un mensaje de Nieto porque “le interesaba que continuara” en sus funciones.

Según ha contado Puig, quien está acusado de rebelión y se enfrenta a una petición fiscal de 11 años de cárcel, respondió al secretario de Estado comunicándole que esa decisión “no dependía” de él. Después ha subrayado que el mayor de los Mossos d'Esquadra José Luis Trapero también le pidió que siguiera en el cargo.

Tras tomar posesión, ha continuado, Forn le comunicó formalmente su continuidad, alegando que la “estructura” de la Consejería de Interior era “muy compleja” y no sabía de nadie más que pudiera suplirle, por lo que Puig aceptó, no adoptando así otra decisión, la de dimitir, que podría haber sido “más cómoda” para él.

SÓLO RECURSOS HUMANOS Y PRESUPUESTARIOS

El ex secretario general de Interior ha explicado que sus cometidos en este cargo se limitaban a la gestión de los recursos humanos y presupuestarios de los Mossos, no a cuestiones operativas, en las que, según ha recalcado, no tenía “nada que aportar”.

También ha manifestado que no se opuso al nombramiento del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo policial del 1-O porque “venía en una orden de la Fiscalía Superior y había que acatarlo, gustara o no gustara”, y que por tanto “había que cumplir con lo que ordenara”.

El fiscal también ha preguntado a Puig por sus comunicaciones con la Consejería de Economía y Hacienda que entonces dirigía Oriol Junqueras. En primer lugar, el acusado ha respondido que después de los atentados de agosto de 2017, Interior tenía “muchas dificultades” a nivel presupuestario, por lo que habló con el número dos de esa consejería, Josep María Jové, para la obtención de recursos.

Según ha indicado, Trapero fue el que le pidió más presupuesto, ya que en septiembre comenzaron a llegar las instrucciones de la Fiscalía Superior de Cataluña de cara a organizar el operativo que debía impedir el referéndum ilegal.

PIDIÓ MÁS RECURSOS PARA LOS MOSSOS

Puig ha admitido que sabía que Jové dirigía el área de organización de consultas que había asumido la Consejería de Economía y Hacienda, pero ha querido dejar claro que su relación con él, que ha calificado de “intensa” tras los atentados, sólo “se circunscribía” a la cuestión presupuestaria para dotar de recursos a los Mossos.

En otro punto del interrogatorio, el fiscal ha insinuado que desde la Consejería del Interior se alertó al vicepresidente Junqueras de los registros de la Guardia Civil en Economía el día 20 de septiembre de 2017 por orden del juzgado que investiga los preparativos del 1-O. Todo ello por un correo electrónico que Puig mandó a Jové sobre la actuación de los Mossos d'Esquadra ese día “en auxilio” del Instituto Armado.

Puig ha negado este extremo y ha precisado que la información que mandó la hizo mucho después de que el registro empezara y que ello se enmarca en una comunicación habitual entre consejerías que se hacía ya con Jané porque Junqueras se había quejado de que se enteraba de la actuación de los Mossos “por la prensa”, algo que “no le parecía oportuno”.

En este sentido, ha señalado que quiere aportar a la causa correos electrónicos que demostrarían que la comunicación con la consejería de Junqueras era normal desde la queja del vicepresidente, y que también le informó de otras actuaciones de los Mossos como desahucios.

Así, ha insistido en que la información que transmitió ese día a Jové fue mucho después de que la Delegación del Gobierno informara en su página web sobre los registros y que los medios de comunicación llevaban narrando los acontecimientos “desde primera hora de la mañana”.

Sobre la reunión de la que ya habló Trapero en el juicio en la que supuestamente la Consejería de Hacienda pidió a los Mossos datos policiales sobre fraude fiscal y blanqueo, Puig ha reconocido que estuvo en la misma, pero que fue “por una cuestión de rango, por deferencia”.

Según ha contado, “llegó un punto” en el que los asistentes empezaron a hablar de “competencias futuras” de la Generalitat y que entones él interrumpió el encuentro porque tratar esas cuestiones “no tenía ningún sentido”, ya que eran atribuciones que el Govern había reclamado pero no se había concretado nada con el Estado. “Aquí se acabó la reunión y no hubo más”, ha dicho el acusado, que ha apuntado que no se habló de independencia.

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