Torrent y Maragall comparan el espionaje sufrido con el escándalo Watergate

Barcelona, 15 jul (EFE).- El presidente del Parlament, Roger Torrent, y el líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, han comparado el supuesto espionaje político sufrido a través de sus teléfonos móviles con el escándalo Watergate en Estados Unidos en 1972 y han exigido “depurar responsabilidades”.

Torrent y Maragall han pedido este miércoles en el Parlament al Gobierno de PSOE-UP que investigue “a fondo” quién ordenó que fuesen espiados a través del programa espía “Pegasus” desarrollado por la compañía israelí NSO y que sólo puede ser comprado por Gobiernos y fuerzas de seguridad.

En una reunión extraordinaria del grupo parlamentario de ERC, ambos líderes han calificado de “muy grave” que se les espiara entre los meses de abril y mayo de 2019, aprovechando una vulnerabilidad que tenía la aplicación WhatsApp.

Ambos ven muy relevante que la compañía NSO haya confirmado que el Estado español compró los derechos para utilizar “Pegasus” en el año 2015, y Ernest Maragall ha señalado: “Todos recordamos las escenas y las consecuencias del escándalo Watergate en Estados Unidos, que también era un caso de espionaje político”.

“Yo creo, sin embargo, -ha afirmado- que esto es mucho más grave, porque aquello era una anécdota en el contexto de un proceso electoral, mientras que esto es un ataque sistémico contra las instituciones de un país y contra un proyecto político”.

Según Maragall, “el 'catalangate' explica lo que es hoy en día el Estado Español y hasta qué punto estamos obligados, no sólo a proseguir con nuestra aspiración a la libertad, sino también a ganarla”.

El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha señalado que el Watergate “nos enseñó que esto de que determinados aparatos del Estado aprovechen los instrumentos que tiene el propio Estado para cometer ilegalidades no es nuevo ni exclusivo del Estado español”.

“Pero lo que diferencia una democracia de la otra -ha subrayado- es cómo se reacciona ante esto, ya que en Estados Unidos dimitió un presidente (Richard Nixon), y por tanto la pregunta que tenemos que hacer ahora es qué pasará en España, cómo responderá la democracia española, porque esto determinará su calidad definitivamente”.

Torrent ha considerado que lo ocurrido lleva a una situación “totalmente incompatible con un Estado de derecho”, puesto que “se han utilizado instrumentos del Estado para practicar el espionaje contra la disidencia política”.

El presidente del Parlament ha puntualizado, no obstante, que lo importante “no es tanto que se hayan pisoteado los derechos de Roger Torrent, de Ernest Maragall o de la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, sino que hay una guerra sucia” contra el independentismo.

“Ya intuíamos que se producía, pero ahora tenemos pruebas que corroboran aquello que sospechábamos”, ha señalado Torrent antes de pedir “redoblar la apuesta por negociar una solución democrática al conflicto que ponga fin a la guerra sucia”.

“Más que nunca hay que exigir que se vaya hasta el fondo y se depuren responsabilidades -ha añadido-, pero también es momento de exigir una apuesta por la radicalidad democrática”.

Según Roger Torrent, instintivamente lo que le pide el cuerpo ahora mismo “es decir que no podemos reunirnos ni hablar con un Gobierno español bajo el cual se han producido estos hechos, pero esto sería un error político”.