Vox eleva el tono de sus insultos ante el declive en las encuestas

Carmen Moraga

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Vox no da con la tecla para frenar el declive que vaticinan para la derecha diversas encuestas. No solo ha sido el último CIS el que refleja que el partido de extrema derecha se desinfla. Son ya varios sondeos los que coinciden en los mismos datos. Y el nerviosismo en el partido no se disimula. La respuesta ha sido elevar el tono de sus ataques, no solo contra el Gobierno de Pedro Sánchez, el PSOE, Podemos y sus socios, blanco preferido de los de Santiago Abascal, también contra dirigentes de otros grupos políticos contra los que profieren todo tipo de insultos.

Esta misma semana se han producido varios ejemplos claros sobre este nuevo argumentario interno que Vox ha decidido utilizar contra Sánchez. Primero fue el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, el que lanzaba esas duras acusaciones en las Cortes regionales contra el PSOE y el presidente del Gobierno, al que acusó de liderar “una banda criminal” aprovechando el debate que mantenía en ese momento con el diputado socialista, José Luis Vázquez: “Haga el favor de mandarle el recado al líder de su banda criminal, el señor Sánchez, y dígale que se vaya de una vez a liderar la internacional socialista, pero que lo haga pronto y que lo haga cuanto antes”, le dijo.

Sus palabras suscitaron enérgicas protestas en los escaños socialistas. Hasta el punto de que el presidente de la Cámara, Carlos Pollán, también de Vox, le preguntó por tres veces a García-Gallardo si quería retirar sus palabras. Pero las tres veces se negó. “No tengo intención de retirar nada porque el PSOE tiene una historia criminal constatada”, replicó. Es más, insistió en que “la mejor muestra de que la banda criminal del señor Sánchez es una banda criminal, es que han cometido el mayor delito de corrupción que se ha visto en la Europa contemporánea”, en relación a los ERE de Andalucía. Al final sus palabras fueron retiradas del Diario de Sesiones.

Unos días atrás García-Gallardo había llamado “imbécil” al portavoz de Ciudadanos, Francisco Igea, su antecesor en el cargo en la vicepresidencia del Gobierno. Como el presidente de las Cortes no tomaba cartas en el asunto, el procurador de Ciudadanos protestó e insistió, muy enfadado. “¿Me ha llamado usted imbécil? Quiero que retire el insulto”. No hubo manera.

La ministra Montero se enfrenta a Espinosa de los Monteros

El pasado miércoles, el rifirrafe fue en el Congreso de los Diputados. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en su primera intervención durante el debate del proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado, le dijo al portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, que esperaba que pidiera perdón por las palabras de su compañero castellanoleonés dirigidas contra el líder de su partido, Pedro Sánchez.

Lejos de hacerlo, el dirigente de la formación de extrema derecha se lanzó también a la yugular del PSOE. Espinosa sentenció casi a gritos desde la tribuna de la Cámara Baja que “nadie que conozca la Historia duda de que el PSOE tiene un pasado criminal”, desgranando sucesos acaecidos durante la Segunda República y atribuyendo “crímenes” al dirigente socialista Francisco Largo Caballero, que ocupó la presidencia del Gobierno entre septiembre de 1936 y mayo de 1937.

Además, señaló a Bildu, socios de Sánchez, como el partido de los “proetarras”, “herederos” de asesinatos aún sin esclarecer de la banda terrorista. El portavoz de Vox no dudó en sentenciar, en clara alusión a los diputados de la formación abertzale, que entre los escaños de la Cámara “posiblemente se sientan algunos culpables” de esos crímenes.

En su turno, la ministra María Jesús Montero, respondió a su verborrea y pidió al dirigente de Vox que dejaran de usar el terrorismo como arma política, recordándole que “ETA fue derrotada hace 11 años gracias a la democracia y con un Gobierno socialista”.

Ese mismo miércoles, pero en Andalucía, el portavoz de Vox en el Parlamento, Manuel Gavira, siguió el mismo guion que el vicepresidente de Castilla y León y del portavoz del Congreso y acusó al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE de dirigir un partido “con crímenes en sus espaldas”.

Los insultos de Ortega Smith contra Pablo Iglesias y Luis Cueto

El martes pasado, el protagonista de los improperios fue el defenestrado secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, que se empleó a fondo contra Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y, como carambola, contra uno de los ediles de la oposición del Ayuntamiento de Madrid. El portavoz del partido ultraderechista había intentado que el Pleno de Cibeles declarara al ex vicepresidente del Gobierno y líder de Podemos “persona non grata”. No lo logró y se tuvo que conformar con su reprobación. Pero durante su turno de palabra llamó a Iglesias “indecente, comunista, proetarra y miserable”. “Queremos repudiar y condenar a ese indecente ex vicepresidente de Pedro Sánchez, el de la Agenda 2030, el de la coleta de Galapagar, el 'podemita' con declaraciones insidiosas que atentan a la dignidad de la Policía Municipal e insultan a todos los madrileños”, afirmó.

Ortega Smith también atacó con dureza al portavoz del Grupo Mixto, Luis Cueto, al que llamó “payaso, inútil, además de comunista”, sin que el presidente del Pleno, del PP, le recriminara por ninguna de sus intervenciones.

Otro de los detonantes del nerviosismo que reina en Vox ha sido la decisión de Macarena Olona de impulsar un nuevo proyecto que competirá directamente con Vox. La excandidata a la Junta de Andalucía iba a desvelar sus planes el viernes pasado durante la conferencia que ofreció en Málaga, pero ha preferido mantener la intriga y posponer la noticia para lanzarla en Madrid, según dijo, esta misma semana, en otro acto similar dentro de la gira que está realizando por varias provincias españolas con el fin de mantenerse en el foco mediático.

La reacción del partido fue contraprogramar su conferencia con un acto, también en Málaga y casi a la misma hora, con los diputados y parlamentarios por la provincia. La propia Olona lamentó en Twitter esa coincidencia. “Podría posponer el acto para no contribuir al circo, pero sería una falta de respeto hacia quienes no admitís presiones ni chantajes. Nos vemos el viernes en Málaga. Y no os preocupáis, yo no paso lista”, adelantó. No pasó lista pero comprobó de primera mano que muchos afiliados y militantes del partido –inmerso en pleno proceso de elaboración de lista electorales– optaron por no aparecer por el hotel y acudir a la sede de Vox donde les había citado la dirección.