En primer lugar pediros perdón por mi ausencia estos días, pero he estado malísimo y no he podido escribir como me gustaría.
En mi investigación sobre cine español y discapacidad me he encontrado con algunas películas muy interesantes, pero sobre todo una: Seis puntos sobre Emma. ¿Por qué me ha llamado tanto la atención? Pues porque es una de las pocas películas que he visto en los que la discapacidad se trata de una manera natural, sin condescendencia.
Emma es una chica ciega cuyo objetivo es quedarse embarazada. Hace una vida normal y trabaja en el teléfono de la esperanza. Pertenece a un grupo de terapia de personas con discapacidad y ahí nos encontramos personas de todo tipo y condición. Personas con discapacidad sensorial, física, mental. Y todos sin mayor síntoma de condescendencia… La mayoría del grupo eran mujeres aunque había algún chico. Una chica sorda, otras dos en silla de ruedas, Emma que es ciega y un chico que tiene una discapacidad mental.
Me gustó mucho porque pone a todos los personajes, sobre todo a Emma en situaciones cotidianas sin el mayor síntoma de preocupación. Hace que nos sintamos reflejados en ese grupo de personas que van teniendo charlas a lo largo de la película.
El hecho de que Emma quiera ser madre por encima de todo es un reto autoimpuesto, como si ser madre fuera el objetivo al que debiera aspirar en la vida para que se solucionaran todos los problemas que ella tiene.
Es una película que se centra en los sentimientos y la contradicciones de los protagonistas, de Emma, sobre todo, plantea personajes que no son para nada comunes en nuestra cinematografía y una de las cosas que más me gustó al investigar sobre la película es que su director también tiene discapacidad y eso creo que es algo novedoso porque es muy interesante tratar la discapacidad desde ella misma.
Es una película que no tiene ningún tipo de concesión, es dura cuando tiene que serlo, es irónica, es como la vida. Se trata también de establecer un debate de pertenencia, de cómo gestionar esto como grupo, de cómo llamarnos frente al mundo. Yo particularmente no soy partidario de usar términos largos como diversidad funcional, aunque sea lo políticamente correcto. Yo soy más partidario de usar persona con discapacidad porque deja clara la dificultad que esto supone. A las bravas todos somos personas con diversidad funcional, porque todos funcionamos de manera diferente en distinto grado.
Uno de los gags de la película se refiere a esto que comento y es curioso, porque el acrónimo de persona con diversidad funcional es PDF. Uno de los personajes se queja de la terminología y hace referencia a un archivo imprimible para evitar la asociación. No puedo negar que me hizo mucha gracia el chiste, pero es que estamos llegando a un punto en que es más importante el cómo nos llamemos que los derechos por los que tenemos que luchar y eso sí me parece grave.
Creo que películas como esta ayudan a eliminar prejuicios y a situar la discapacidad como lo que es.
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