Alumnas de la Universidad de Sevilla exigen medidas tras denunciar un supuesto acoso sexual: “Nos sentimos desprotegidas”

El decanato de la FCOM condenó las pintadas como acto vandálico y lo denunció ante la Policía

Sara Rojas

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Alumnas de la Facultad de Comunicación (FCOM) de la Universidad de Sevilla (US) aseguran sentirse “completamente desprotegidas”, tras reunirse con la Unidad de Igualdad y el decano de la facultad para abordar un supuesto caso de acoso sexual denunciado ante las autoridades universitarias. Las alumnas, junto a un grupo de profesoras que las acompañaron durante la reunión, reclaman “medidas urgentes” que garanticen la seguridad dentro del centro donde cursan sus estudios.

La cita se convocó a raíz de las pintadas que aparecieron la semana pasada en las inmediaciones de la facultad, acusando a la FCOM de ser “cómplice” de un supuesto caso de “abuso sexual”. El decanato informó entonces, a través de un comunicado publicado en su web, de que se había interpuesto “la correspondiente denuncia en una comisaría de la Policía Nacional” por lo que califican de “acto vandálico”.

Varias profesoras y alumnas de la FCOM lamentaron que, según lo manifestado en los comunicados oficiales, la única vía de actuación fuese la policial. De modo que, unidas por la “inquietud” por el hecho en sí que denunciaban las pintadas, decidieron organizarse para respaldar a las víctimas y fiscalizar el protocolo de actuación existente, formando un grupo integrado por casi 30 mujeres.

Ante el “malestar” y la “confusión” que habían despertado los grafitis, la Unidad para la Igualdad de la US y el decano de la Facultad de Comunicación convocaron a la comunidad universitaria a un encuentro en el que pretendían escuchar sus preocupaciones y tratar de resolver dudas, según explica a este periódico la dirección del órgano de referencia en materia de igualdad dentro de la US.

El grupo de alumnas y profesoras de la FCOM aprovechó ese acto para recordar que el curso pasado “numerosas alumnas sufrieron un acoso continuado” por parte de un alumno de la facultad, al que solo se le advirtió verbalmente sin impedir que este año vuelva a reincidir, como expresan a este medio las alumnas afectadas. Este caso, que fue notificado por parte de las víctimas al decano de la Facultad y que no se elevó a la Unidad de Igualdad, carece de vinculación con los hechos que denuncian las pintadas, cuyo origen aún se desconoce, según confirman fuentes de la institución universitaria.

Ejemplo de falta de seguridad

Las alumnas querían poner sobre la mesa este suceso como ejemplo de una situación “inadmisible en un espacio académico que debe garantizar la seguridad y la dignidad de su alumnado”. Según recordaron, a pesar de que las víctimas “reunieron pruebas concluyentes” que acreditaban la “intimidación” a la que se veían sometidas, la actuación institucional “se limitó entonces a una advertencia verbal”. Como consecuencia, “actualmente este individuo continúa transitando libremente por la facultad, conociéndose nuevos episodios de hostigamiento hacia alumnas a través de mensajes no solicitados, que las hacen sentirse incómodas”.

Las propias asistentes al acto trasladan a este periódico haber presenciado “la persecución y hostigamiento” del presunto agresor, que también estuvo presente en el encuentro (al que acudió por voluntad propia por ser una convocatoria abierta a la comunidad universitaria). La presencia del varón generó un ambiente de tensión e inseguridad entre las alumnas, que se vieron “en peligro”, según sus propias palabras.

De acuerdo con el testimonio de las asistentes, ante esta situación, las alumnas, contando con el respaldo de las profesoras, decidieron abandonar temporalmente la sala al sentir que no era un espacio seguro, ya que las autoridades universitarias “no hicieron nada”, a pesar de que se solicitó expresamente que se le apartara. La redacción de elDiario.es Andalucía se ha puesto en contacto con el decano de la FCOM para recabar su versión, pero ha declinado hacer comentarios al respecto.

Finalmente, se retomó la reunión sin presencia del varón y se acordó conformar un grupo de trabajo dedicado a perfilar medidas concretas para atender tanto a este caso como a otros que puedan surgir en el futuro. No obstante, las alumnas se marcharon del encuentro con un sentimiento de “indefensión”, dado que las autoridades universitarias explicaron que no podían aplicar sanciones ni expulsar al agresor sin una denuncia policial, lo que deja a las víctimas sin protección inmediata y con pocas garantías de seguridad frente al individuo, que continúa asistiendo a clases y formando parte de los mismos canales de comunicación, como lamentan las afectadas.

“No hay caso”

Tras la reunión, el grupo de profesoras y alumnas que se había conformado con motivo de las pintadas reclamó medidas urgentes sin descartar otro tipo de acciones. “Nos sentimos completamente desprotegidas, tenemos la necesidad de acompañarnos a todas partes porque ya nos ha puesto cara a todas. Él seguirá acudiendo a las clases y estando presente en los grupos de WhatsApp y nosotras seguiremos atemorizadas”, deploran jóvenes de la FCOM.

Por su parte, la dirección de la Unidad para la Igualdad reconoce que no ha habido “buena coordinación” entre la Comisión de Igualdad de la facultad y el órgano de referencia en esta materia en la universidad. Aun así, asevera que en la Facultad de Comunicación “ahora mismo no hay caso”, sino un sentimiento de “malestar” entre las alumnas.

Con todo, desde la Unidad para la Igualdad aseguran que van a seguir en contacto con la FCOM para hacer un seguimiento de los hechos. “Actuamos cada vez que nos llega algo”, subrayan desde la dirección, que recuerda que el órgano dispone de diferentes mecanismos para tratar de frenar situaciones de acoso o malestar en el ámbito universitario. Para las alumnas, la explicación institucional no resulta suficiente y reclaman que la universidad adopte “medidas urgentes” que garanticen su seguridad en el día a día para poder acudir a clase sin miedo.

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