La Marea Verde apenas logra movilizar a 400 personas contra la “privatización” de la educación pública en Andalucía
“Un proceso de privatización encubierta y desmantelación a todos los niveles de la educación pública andaluza, desde la Infantil hasta la Universidad”. De esta envergadura gruesa es la denuncia de profesores y estudiantes que, este soleado domingo de abril, motivó una movilización en las calles de Sevilla que preveía reunir a “más de 6.000 manifestantes” -según la estimación que los convocantes trasladaron a la Policía Nacional- pero se quedó en el entorno de los 400, según los agentes.
La protesta estaba convocada por Marea Verde y ha contado con la participación de CCOO, Ustea, CGT, el Sindicato de Estudiantes y demás colectivos universitarios, más la presencia visible de banderas moradas de Podemos. El recorrido previsto iba desde el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía, hasta la Plaza de la Encarnación (Las Setas), unos dos kilómetros que los convocantes decidieron recortar casi a la mitad, dada la falta de afluencia, finalizando la marcha en Plaza Nueva, según relató una portavoz de Marea Verde y corroboró la Policía.
La desmovillización de la comunidad educativa en Andalucía -el sector público de mayor peso, por encima de la sanidad- contrasta con la contestación social creciente que recibe el Gobierno de Juan Manuel Moreno por el deterioro de la sanidad pública, la falta de personal y recursos, las abultadas listas de espera quirúrgica, para lograr cita médica o un diagnóstico, y la cada vez mayor dependencia de la sanidad privada.
Existe una absoluta falta de sintonía entre lo que se denuncia -“el desmantelamiento de la escuela pública y la privatización y cercenación de un derecho fundamental de la población”- y la conflictividad social que esto genera en las escuelas, en las universidades, en los sindicatos docentes, en las asociaciones de madres y padres de alumnos y en las calles.
Una de las razones, quizá, es la falta de unidad de acción sindical en el sector educativo en el ámbito de las enseñanza medias, la falta de coordinación con el mundo universitario (el más movilizado en la protesta de este domingo), y el distanciamiento notable entre la Marea Verde las asociaciones de madres y padres de alumnos, que no estaban representadas hoy en Sevilla.
Las universidades de Sevilla -la Hispalense y la Pablo de Olavide- vienen de poner cifras al agujero financiero al que les somete el Gobierno andaluz, un conflicto que han visibilizado los rectores de toda la comunidad en un pulso sin precedentes con el consejero del ramo, José Carlos Gómez Villamandos. Las diez universidades públicas se han movido al unísono, cerrándose como un puño para dar un golpe en la mesa de negociación con la Junta, obligándola a incrementar el gasto previsto.
Los estudiantes y profesores universitarios que se manifestaban hoy llevaban esa reivindicación a cuestas, porque consideran que ese último acuerdo sigue siendo insuficiente. Es el grito de protesta más directamente dirigido al Gobierno de Moreno, el que aparecía en sus pancartas y en sus arengas. La manifestación de Marea Verde ha tratado de aglutinar todo el malestar común del mundo educativo, desde las guarderías hasta los claustros universitarios, con el leit motiv de la defensa de la pública.
Pero esto, en parte, ha difuminado el mensaje de protesta, que ha terminado metiendo en el mismo saco al presidente de la Junta, al presidente del Gobierno y al rey de España. “¡El dinero del Borbón, a sanidad y educación!”; “¡Gastos militares para escuelas y hospitales!”; “¡A ti que estás mirando, también te están robando!”; “¡Obreros y estudiantes, unidos y adelante!”.
Las pancartas sí apuntaban más específicamente contra el Ejecutivo de Moreno, al que acusan de cerrar cientos de unidades de Infantil -aprovechando el desplome de la natalidad- y ensanchar paulatinamente el sistema educativo a base de autorizar institutos privados de Formación Profesional, más conciertos y más universidades privadas. “Frente a los ataques del PP. En lucha con la escuela pública”, rezaba un letrero del Sindicato de Estudiantes; “Universidad Pública: Se Vende. Llamar a Moreno Bonilla”; “Misión: Acabar con la Pública. Firmado: la Junta”.
Las continuas referencias a la clase obrera y trabajadora demuestra que la desmovilización de la Marea Verde explica la desmovilización de la izquierda andaluza. La educación ocupa el puesto 15 en la escala de problemas que más afectan a los andaluces, según el barómetro de opinión del Centra, la encuesta financiada por la Consejería de Presidencia que se ha publicado esta semana. Sólo un 0,4% de los encuestados identifica la educación como un problema, muy por detrás del paro y la sanidad, que encabezan la lista.
Los partidos de izquierdas y sus líderes -PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía- se sumaron a la gran manifestación sanitaria de hace dos semanas, pero han estado ausentes de la protesta educativa de este domingo. La Junta contabiliza en torno a 108.000 profesores en el sistema educativo andaluz, el mejor termómetro -junto a los sanitarios- para medir el grado de conflictividad social que, hoy por hoy, no da señales de cambio de ciclo político.
La convocatoria de este domingo en Sevilla se suma a otras previstas para los próximos días en defensa de la educación pública. Ya se ha anunciado una nueva jornada de protesta a nivel andaluz el próximo 17 de mayo, que contará también con el respaldo de formaciones como Por Andalucía, que ha pedido “el apoyo masivo de las familias” ante lo que califican como “una gestión desastrosa del PP”.
3