Sevilla quiere repetir como sede de la Copa del Rey y hace balance: 100.000 visitantes y 76.000 kilos de basura

Aficionados del Athletic Club de Bilbao en Sevilla.

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Cerca de 100.000 personas, según lo calculado, visitaron Sevilla para asistir a la final de la Copa del Rey, una concentración en la que no se produjeron incidentes de gravedad aunque sí dejó un rastro de más de 76.000 kilos de basura. El gobierno local se ha felicitado por el éxito del dispositivo y por la buena coordinación con el resto de administraciones, lo que no le ha evitado alguna que otra crítica política. Mientras tanto, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), ha avanzado su intención de renovar el acuerdo para que el estadio de la Cartuja siga acogiendo la final de la Copa del Rey.

Moreno ha recordado que merced a las gestiones del Gobierno andaluz, el estadio de la Cartuja se ha convertido en “casi sede permanente de la Copa del Rey”, un papel que la Junta prevé renovar con la nueva directiva que emane de las elecciones de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Todo ello, además, con la visión puesta en el reto de que el estadio de la Cartuja sea “sede del Mundial de 2030”, para lo cual la administración andaluza está “trabajando” para ello.

“Acontecimientos como éste tienen un importante impacto económico porque el deporte no sólo proyecta la imagen de Sevilla y de Andalucía, sino que genera actividad y recursos económicos. Desde el Gobierno andaluz seguiremos trabajando para que Andalucía y Sevilla sean sede de la Copa del Mundo”, ha agregado.

Balance del dispositivo municipal

En cuanto al operativo de seguridad, movilidad y limpieza del Ayuntamiento de Sevilla para el evento celebrado en el Estadio Olímpico ha concluido sin incidencias graves. A pesar de la enorme cantidad de desplazamientos, el tráfico en la ciudad y los accesos al partido fueron fluidos y la Policía Local lo dio por normalizado a las 03.30 horas de la madrugada.

Por su parte Lipasam ha hecho un “esfuerzo titánico” según el alcalde hispalense, José Luis Sanz (PP), con 76.410 kilos de basura recogidos de las calles y papeleras durante el dispositivo. El regidor ha añadido que la ausencia de incidentes (más allá del enfrentamiento entre seguidores en la Alameda, con cinco identificados por la Policía Nacional) con 100.000 visitantes en la ciudad “no es fruto de la casualidad, sino del esfuerzo, la planificación y el trabajo previo”.

Desde el punto de la seguridad “merece una especial mención labor de la Policía Local”, ha dicho Sanz, cuyos agentes se han adaptado a las necesidades de la inmensa cantidad de personas y vehículos sin que haya que destacar ningún incidente grave y sin desatender al resto de la ciudad. Además, dieron cobertura a la salida de la hermandad de la Estrella hacía la iglesia de Santa Ana en Triana y a la llegada de los Morancos a la Cartuja en la celebración de su aniversario, entre otros servicios destacados“.

Una ciudad preparada

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, ha felicitado a todos los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por “la gran capacidad de anticipación y acción” durante esta cita deportiva. A su juicio, esto “ha demostrado una vez más que estamos preparados, en número y en capacidad, para la celebración de encuentros multitudinarios”.

El trabajo de planificación de más de 1.600 agentes ha garantizado la seguridad del evento y, en aquellos puntos donde se han detectado conatos de incidentes, “han respondido con celeridad y eficacia, eliminando cualquier posibilidad de enfrentamiento”, ha subrayado Toscano.

Críticas desde Podemos

En cambio, la líder de Podemos Sevilla y concejala en el Ayuntamiento, Susana Hornillo, ha culpado a la “pésima planificación” del gobierno municipal y la Subdelegación del Gobierno del “caos” que ha vivido la ciudad durante el fin de semana. Para la edil, ninguna de las dos administraciones ha estado a la altura de las necesidades de este evento que ha paralizado el normal funcionamiento de numerosos puntos el centro de la ciudad y ha registrado capítulos de comportamiento poco cívico “que no pueden ni deben ser normalizados”.

Según ha apuntado Hornillo, pese a que el Ayuntamiento y la Subdelegación conocían de antemano que llegarían a Sevilla alrededor de 40.000 aficionados sin entrada, lo que suponía una previsión total de 100.000 aficionados en la ciudad, no se adoptaron las medidas necesarias para garantizar el orden y la protección de espacios públicos. Como resultado, lugares emblemáticos de la ciudad –incluida la Plaza de España– fueron usados como botellódromos y las calles del centro se vieron totalmente colapsadas, lo que representa “un claro fracaso del modelo de turismo masivo en Sevilla”.

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