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Videovigilancia para frenar el vandalismo en el parque de María Luisa y los Jardines de Murillo de Sevilla

Elemento ornamental del parque de María Luisa vandalizado.

SevillaelDiario.es

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Los dos parques históricos más simbólicos de Sevilla capital, el de María Luisa y el de los Jardines de Murillo, podrán instalar un sistema de videovigilancia como “medida disuasoria y de protección para disminuir los actos vandálicos y contra el patrimonio”. Así lo ha determinado la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía, ha informado de esta manera favorablemente al proyecto presentado hace meses por el Ayuntamiento de Sevilla.

Este sistema estará compuesto por cámaras inteligentes de vídeo capaces de detectar situaciones de riesgo de forma autónoma, así como “generar eventos” y transmitirlos a un centro de control. La Comisión ha sugerido que tanto las cámaras como los mástiles se pinten en cada ubicación de un color que permita “atenuar lo más posible su impacto visual y facilite su mejor integración en el entorno”, ha recogido el órgano autonómico en una nota de prensa.

En la provincia, Patrimonio ha informado favorablemente también del proyecto básico y de ejecución para la retirada de las terreras superiores de la tumba de Servilia del conjunto arqueológico de Carmona, así como el resanado de las tierras emergentes por considerar que es “apropiado” para conseguir una superficie estable, con las pendientes “adecuadas y virtualmente impermeable”, aunque permeable al vapor de agua, para “eliminar así una importante causa de degradación de la tumba”.

El proyecto que se ha presentado tiene por objeto la retirada de las terreras superiores de la Tumba de Servilia, que fueron el resultado de la acumulación de las tierras procedentes de la excavación llevada a cabo por Jorge Bonsor en el siglo XIX, y que es una medida “preventiva” cuya “necesidad” ha sido “avalada” para todo el ámbito que afecta a las tumbas de la necrópolis por estudios científicos realizados en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Problemas de drenaje y escorrentías

La roca del conjunto arqueológico, calcarenita terciaria conocida como calcarenita de los Alcores o roca alcoriza, es una roca blanda y de fácil trabajo como cantera, pero también fácilmente erosionable, lo que constituye un problema de gran magnitud de cara a la conservación de las tumbas al aumentar la tasa de infiltración de agua en la roca subyacente, y aumentar también los procesos de condensación y los mecanismos de alteración asociados en el interior de las cámaras.

De esta manera, la retirada de las tierras que prevé el proyecto dejará preparada una superficie impermeable que resuelva el drenaje y las escorrentías evitando el almacenamiento de aguas sobre la Tumba de Servilia. Todo ello se realizará bajo el criterio de la dirección del Conjunto Arqueológico y de forma “coherente” con las recomendaciones del estudio realizado por el CSIC en 2009, y con la experiencia acumulada por la evaluación de las actuaciones en otros puntos de la necrópolis en los últimos años.

Por último, la Comisión ha informado favorablemente el proyecto para la ejecución de obras de conservación y restauración de los restos de muralla del castillo de Villaverde del Río. El castillo se encuentra en la confluencia del cauce del Siete Arroyos con el cauce viejo del Guadalquivir, conociéndose también como castillo de Cuatro Torres, de posible origen musulmán.

De la antigua edificación sólo resta un paño de muro al que se han adosado viviendas y una puerta con un arco en el tramo libre. La intervención aprobada incluye una memoria con las patologías que presenta el lienzo de muralla, siendo las más importantes, entre otras, los desprendimientos y pérdidas de material, la suciedad generalizada y las zonas erosionadas donde se producen escorrentías de agua, y que está formada por depósitos, eflorescencias, biocostras y manchas oscuras por el continuo proceso humectación-desecación.

La intención de la intervención es proporcionar la “correcta legibilidad” de la muralla recuperando sus contornos, la organización espacial y los volúmenes, con el objetivo de dotar al conjunto de una “lectura clara”, intentando “recuperar una visión del conjunto y su relación con el entorno”.

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