Los restaurantes de París tendrán que registrar los datos de los clientes para el rastreo de contactos

Tras superar los 250 casos por 100.000 habitantes en la última semana, París ha entrado en alerta máxima y sus bares –establecimientos cuya actividad principal es la venta de bebidas alcohólicas– permanecerán cerrados hasta el 19 de octubre.

Los restaurantes, sin embargo, sí podrán abrir siguiendo un nuevo protocolo sanitario que entra en vigor este martes. Entre las medidas estipuladas, se debe respetar la distancia de al menos un metro entre las sillas de las diferentes mesas. Los clientes deben llevar la mascarilla hasta que se sirva el primer plato y deben volver a ponérsela hasta el siguiente plato. En las mesas solo se pueden sentar un máximo de seis personas.

Además, los restaurantes deben colocar un libro de registro a la entrada que condicionará el acceso al establecimiento con el objetivo de facilitar las tareas de localización de casos de COVID-19. Los clientes dejarán sus datos de contacto en el mismo y el propietario del restaurante debe poner este libro a disposición de la Agencia Regional de Salud o del seguro médico en caso de que se active el rastreo de contactos. Los datos serán destruidos después de un período de 14 días, indica el ministerio de Sanidad francés.

Escribe Icíar Gutiérrez.