Las vacunas amortiguan los peores casos de la ola más contagiosa

España ha registrado en los últimos siete días más de 750.000 contagios y la incidencia sigue disparada hasta un récord de más de 2.400 casos. Es un golpe, el peor de la pandemia en términos de contagios, que la vacunación ha podido mitigar en gran medida. La cuenta completa de contagios tras los encuentros de Nochevieja está por llegar, así como el pico de esta sexta ola de récords. “Vamos a seguir subiendo en los indicadores en los días sucesivos”, ha advertido este martes la ministra de Sanidad, Carolina Darias. “Llevamos nueve semanas de incremento con especial intensidad. Estamos viendo los efectos de Nochebuena y nos quedan los siguientes días para ver los de fin de año”.

Sin embargo, las consecuencias de estos datos entre personas vacunadas con la pauta completa y quienes decidieron no hacerlo están siendo muy distintas. Los datos recopilados por el Ministerio de Sanidad, en los que se puede observar una comparativa entre ambos grupos, son esclarecedores. Demuestran que las vacunas están resistiendo la onda más contagiosa de la pandemia y evitando los casos más graves derivados de la infección. “La vacunación lo que está consiguiendo es que, con la ola más desmedida de todas las que hemos tenido hasta ahora, la presión hospitalaria se haya mantenido”, defiende el epidemiólogo e investigador predoctoral en la UAM, Javier del Águila.

También ha tenido algo que ver que las variaciones de ómicron produzcan efectos menos severos, recuerda la secretaria de la Sociedad Española de Inmunología, Carmen Cámara. La inmunóloga considera que, si en estos momentos no estamos hablando de confinamientos al estilo de marzo de 2020, es gracias a la vacunación y también a que ómicron es “una variante más leve”.

Según se desprende del informe semanal del Ministerio de Sanidad, el número de casos registrados en la última semana (13 al 19 de diciembre) de la que se disponen datos con información del estado de vacunación es de 396 positivos por cada 100.000 habitantes entre las personas con la pauta completa, mientras que para los no vacunados alcanza los 972. Como viene siendo habitual, las incidencias acumuladas en no vacunados se duplican. “Entre el 25 de octubre y el 19 de diciembre de 2021, la incidencia en personas completamente vacunadas es muy inferior a la observada en no vacunadas”, concluye Sanidad.

Pero la diferencia es más evidente aún si atendemos a las consecuencias de esos contagios. Según los datos del mismo documento, las personas vacunadas con pauta completa pueden llegar a tener un riesgo de fallecimiento casi 20 veces menor respecto a los no vacunados en determinadas franjas de edad. “La mayor diferencia se observa en personas de 60 a 79 años, con un riesgo de infección en vacunados 6,7 veces menor, de hospitalización 15,9 veces menor y de fallecimiento 19,2 veces menor respecto a no vacunados. En el grupo de 12 a 29 años, la incidencia es 2,2 veces inferior entre los no vacunados y el riesgo de hospitalización 7,2 veces inferior”.

Las diferencias de riesgo entre vacunados y no vacunados son una aproximación que realiza el Ministerio de Sanidad a partir del recuento total de población de enero de 2020 al no existir un registro exacto del número de personas vacunadas, lo que hace que estimación sea más exacta en las franjas de edad más bajas –ya que el número de personas sin ninguna dosis es mayor, lo que reduce el riesgo de error–, pero menos precisa entre los tramos de edad más altos donde pequeñas diferencias en el registro pueden alterar más las tasas. A pesar de ello, los datos señalan claramente cómo la vacunación reduce el número de hospitalizaciones, ingresos en UCI, así como muerte con la infección

Para la franja de edad comprendida entre 30 y 59 años, la tasa semanal de infectados que necesitaron ser ingresados es de 1,41 por cada 100.000 habitantes; la de ingresos en UCI es de 0,13 y la de fallecidos es de 0,05. Para los no vacunados, la tasa de hospitalización sube al 10,6; la de ingresos en UCI llega al 1,71 y la de fallecimientos aumenta cuatro veces con un 0,20.

Entre los vacunados de 60 a 79 años, la tasa de hospitalización semanal por cada 100.000 personas asciende a 6,5; la de UCI llega a 0,9 y la de muerte alcanza un 0,45. Para no vacunados se dispara la tasa de hospitalización a 103,6; la de ingresos en UCI aumenta a 22,9 y la de muertes escala a 8,7 por cada 100.000 habitantes.

Si comparamos esta sexta ola con la tercera, la que se dio entre enero y febrero del año pasado, se puede observar cómo hoy se registran el triple de contagios (por no hablar de los que no llegan a contabilizarse) que en el peor momento de la tercera mientras que solo hay un tercio de hospitalizaciones y de ingresos en UCI, y un 10% de muertes en comparación con lo que sucedía hace un año. La variante más contagiosa hasta la fecha, ómicron, no está traspasando la barrera inmunitaria de vacunados o reinfectados y eso que los datos de este martes arrojan el récord de una medida de más de 100.000 contagios al día en la última semana.

“Los datos de UCI nos dicen claramente que los que están vacunados juegan con ventaja. Prácticamente la totalidad de las personas que están ingresadas en UCI por debajo de los 50 años hoy en día son personas no vacunadas”, afirma Cámara, que considera probable que, sin vacunación, “estaríamos en un momento de bloqueo de hospitales”. La científica cree que esta será la mayor ola de contagio de COVID-19 que veremos. “Nos tendría que llegar una variante mucho más contagiosa y ya con la inmunidad que nos va a dejar ómicron… creo que sí que puede ser la última ola gigante que conozcamos”, ha valorado.

Del Águila, no obstante, no descarta que pueda llegar una variante de características diferentes que pueda ser más contagiosa o agresiva. “Cada vez que hemos pasado una ola muy grande, hemos pensado que era la más grande y luego ha habido otra y nos ha dado con la realidad en las narices”, recuerda el epidemiólogo. “Discrepo de las voces que ya hablan de que el virus está mutando hacia algo parecido a un resfriado estacional que se quedará entre nosotros. Ojo, eso ha sido ómicron. Pero no sabemos si otra variante que venga después va a tener otras características”, concluye.