La escasa velocidad de este tren fue la que originó el dicho “eres más lento que el escachamatas”

Teniendo la red ferroviaria que tenemos, que en su momento se extendía a miles de lugares conectándolos para alegría de muchos ciudadanos, las historias de diferentes trenes, ya retirados de la circulación, podrían ser inacabables.

Algunos discurrían por lugares pintorescos. Otros estaban diseñados o decorados de una manera. Los había que recorrían España de punta a punta. Y también los hubo cuya velocidad, muy escasa, llegaba a ser casi motivo de risa. De ahí el dicho, conocido sobre todo en el norte de nuestra península, que dice que “eres más lento que el escachamatas”.

Al tren que se refiere dicha frase es el que unía Tudela con Tarazona, es decir, Navarra con Aragón. El tren circulaba. Transportó a miles de viajeros durante más de un siglo. Pero lo hizo a una velocidad pasmosa. Aunque era una velocidad que, quienes se montaban en el mítico tren, aceptaban de buen humor o con resignación.

Casi 80 años de servicio

Otras leyendas que tampoco dejan en buen lugar al tren o concretamente a su velocidad son las que aseguran que una mujer llegó un día a Tarazona, andando, antes que el tren. O que, una vez que pasaba por delante de un campo de fútbol, hubo hasta cinco goles antes de que el tren se alejara del todo del terreno de juego.

La línea ferroviaria fue inaugurada a finales de 1885 y el 1 de enero de 1886 partió el primer “escachamatas”, también conocido como “el Tarazonica”. Lento y poco rentable, su servicio fue languideciendo hasta que dejó de circular en 1972. En la misma época, eso sí, hubo otros trenes parecidos que llevaban el mismo mote, como la línea que unía Cortes con Borja, que en este caso circuló entre 1889 y 1955. Y cuyo apodo era “el Borjica”.

La línea que unía Tudela con Tarazona, una vez que el sosegado tren partía de la localidad navarra, hacía parada en Murchante, luego hacía lo propio en Cascante, Tulebras, Malón, Vierlas y, ya por fin, Tarazona, en la provincia de Zaragoza.

En su momento, el tren norteño circulaba por vía métrica, raíles que luego se convirtieron en ancho ibérico. Actualmente y una vez desalojados los trenes que circulaban por esta línea, los raíles se convirtieron en la vía verde denominada Tarazonica, en la que se pueden ver a gente recorriéndola a pie, en bici o a caballo.