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La potencia sindical de un 'excel' compartido: trabajadores de bares en EEUU publican su sueldo para combatir la precariedad

Una persona trabajando en un bar de Philadelphia - Fotografía de David Maialetti

Felipe G. Gil

Durante muchos años las personas convencidas con las bondades de la tecnología, las grandes corporaciones con servicios tecnológicos y/o digitales y sobre todo, la retórica del emprendizaje se han encargado de vender las bondades del trabajo colaborativo y la inteligencia colectiva. La promesa era clara: todas estas herramientas digitales venían a ayudarnos a encontrar soluciones más rápidas y basadas en procesos colaborativos, dejando obsoletas a las jerárquicas y atomizadas estructuras tradicionales. Desde luego, hay tecnologías que permiten conseguir cosas que hace 25 años eran impensables. Sin embargo, como el dinosaurio de Monterroso, cada día al despertarnos, la precariedad sigue ahí.

Por eso, en una combinación que no niega las bondades de la tecnología y que acepta la borrosa situación de los derechos laborales en Estados Unidos, un grupo de trabajadores de bares de Philadelphia comenzaron hace algunas semanas a compartir su salario de forma colaborativa y usando una hoja de cálculo compartida (a través del servicio gratuito de Google y conocida comúnmente bajo el nombre de excel, la marca de Microsoft).

El documento de Google incluye los siguientes datos:

  • Nombre del establecimiento
  • Posición del trabajador
  • Año de inicio
  • Año de fin de contrato (o actual)
  • Salario por hora actual
  • Estimación de propinas al día
  • Tipo de contrato (Tiempo completo/tiempo parcial)
  • Beneficios
  • Política de accidentes o lesiones laborales
  • Tipo de asistencia gubernamental

En Estados Unidos y de acuerdo con la legislación vigente (La National Labor Relations Act) las siguientes acciones están prohibidas para los empleadores con respecto a posibles acciones de carácter sindical por parte de sus trabajadores:

1. Se prohíbe a los empleadores interferir en la libertad de los trabajadores para asociarse, para ayuda mutua, o auto-organizarse.

2. Se prohíbe a los empleadores restringir o coartar la facultad de los trabajadores para unirse, fundar, o apoyar a algún sindicatos; pactar colectivamente salarios y condiciones de trabajo, y designar representantes. Estos derechos deben ejercerse de modo plenamente libre, ya sea estando o no afiliado a algún sindicato.

3. Se prohíbe a los empleadores asistir o dirigir una organización sindical.

4. Se prohíbe a los empleadores discriminar a los trabajadores que presenten quejas, acusaciones, o testimonios contra sus empleadores.

5. Se prohíbe discriminar a los trabajadores que estimulen o desalienten el apoyo hacia una organización sindical determinada.

6. Se prohíbe a los empleadores rehusar una negociación colectiva de salarios o condiciones de trabajo con los trabajadores o los representantes de estos.

Bajo estas premisas, se puede entender que no hay nada ilegal en compartir el salario con otros trabajadores sobre todo si es con motivos sindicales. “La Ley Nacional de Relaciones Laborales de 1935 indica específicamente que los empleados tienen derecho a participar en actividades concertadas con el propósito de negociación colectiva u otra ayuda o protección mutua”, comenta el abogado David Reischer en declaraciones en un artículo donde se disecciona la legalidad de compartir el sueldo en EEUU. Sin embargo no queda claro y queda sujeto a interpretación si supone un problema publicar la información en Internet.

La hoja de cálculo compartida de los sueldos en los bares en Philadelphia fue comenzada por una trabajadora que prefirió mantener el anonimato. Aún así, en declaraciones al Philadelphia Inquirer reconocía que se había inspirado en una iniciativa muy similar que se creó en Mayo en la que un comisario de arte había conseguido recopilar más de 2.500 datos sobre los honorarios asociados a los sueldos en los museos.

La plataforma online de campañas sindicales CoWorker.org recogía así el crecimiento viral de esta práctica, creando un mapa que han ido actualizando donde pueden visualizarse las ciudades donde se ha ido copiando la misma iniciativa. Hasta ahora el mapa recoge hasta 18 ciudades de los EUA entre los que se encuentran Seattle, Nueva York, Denver, Los Ángeles, Cincinnati, Chicago o Washington DC entre otras.

En estos momentos en EEUU no es la única lucha similar que se está estableciendo para revitalizar los movimientos sindicales. “Fight for 15$” (Pelea por los 15 dólares) es el nombre de un movimiento que nació en 2012 en el que los trabajadores de las grandes cadenas de comida rápida comenzaron a organizarse y a protestar por tener un salario mínimo común.

En un contexto donde existe una creciente desconfianza hacia las grandes corporaciones digitales, cómo usan nuestros datos y qué políticas de privacidad se establecen para la información que les entregamos, resulta curioso comprobar que una hoja de cálculo compartida pueda tener una potencia sindical viral. ¿Puede que el sindicalismo ya no funciona como ha funcionado siempre? No hay más que mirar a La PAH o a Las Kellys en España.

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