El presidente de EEUU, Donald Trump, ha firmado este jueves una orden ejecutiva destinada a impedir que los estados elaboren sus propias regulaciones sobre inteligencia artificial. Lo que alega Trump es que esta industria, que muchos observadores consideran que está viviendo una burbuja, corre el riesgo de verse lastrada por diferentes normas de los estados al tiempo que está disputando el liderazgo del sector con sus competidores chinos.
Miembros del Congreso de ambos partidos, así como grupos de defensa de las libertades civiles y los derechos de los consumidores, han presionado para que se aprueben más regulaciones sobre la IA, alegando que no existe suficiente supervisión de esta tecnología.
Sin embargo, Trump ha declarado a los periodistas en el Despacho Oval que “solo habrá un ganador” en la carrera de las naciones por dominar la inteligencia artificial, y que el Gobierno de China ofrece a sus empresas un único lugar al que acudir para obtener las aprobaciones gubernamentales.
“Tenemos una gran inversión en camino, pero si tuvieran que obtener 50 aprobaciones diferentes de 50 estados diferentes, podríamos olvidarnos de ello, porque es imposible”, afirmó Trump.
¿Le preocupa más que Estados Unidos gane la carrera por el dominio de la IA frente a China o la amenaza potencial que supone la IA para la humanidad?, le han preguntado al presidente de EEUU: “Ambas cosas. Estamos analizando eso muy detenidamente. Pero si no lo hacemos, y ya se han visto los avances que ha aportado la IA en términos de investigación médica y sobre el cáncer... Estamos muy por delante de lo que jamás pensamos que estaríamos desde los inicios de la IA. Así que, en realidad, ambas cosas, y queremos ser muy cautelosos al respecto. También sabemos que una gran parte de nuestra economía, podría ser el 50% o el 60%, durante un periodo de tiempo se basa en la IA. Estamos por delante de China, China lo sabe, y no hacer esto sería el mayor regalo que China jamás haya recibido”.
El decreto ordena al fiscal general crear un nuevo grupo de trabajo para impugnar las leyes estatales y ordena al Departamento de Comercio elaborar una lista de regulaciones consideradas problemáticas.
El decreto de Trump también amenaza con restringir la financiación de un programa de despliegue de banda ancha y otros programas de subvenciones a los estados con leyes sobre IA.
Cuatro estados —Colorado, California, Utah y Texas— han aprobado leyes que establecen algunas normas para la IA en el sector privado, informa The Associated Press. Esas leyes incluyen la limitación de la recopilación de cierta información personal y la exigencia de una mayor transparencia por parte de las empresas.
Las leyes son una respuesta a la IA, una tecnología que esté presente en decisiones importantes para los estadounidenses, como quién obtiene una entrevista de trabajo, un contrato de alquiler de un apartamento, un préstamo hipotecario e incluso cierta atención médica. Pero las investigaciones han demostrado que puede cometer errores en esas decisiones, por ejemplo, al dar prioridad a un género o raza en particular.
Las propuestas de regulación de la IA más ambiciosas de los estados exigen a las empresas privadas que ofrezcan transparencia y evalúen los posibles riesgos de discriminación de sus programas de IA.
Más allá de esas normas más generales, muchos estados han regulado partes de la IA: por ejemplo, prohibiendo el uso de deepfakes en las elecciones y para crear pornografía no consentida, o estableciendo normas sobre el uso de la IA por parte del propio gobierno.