La alcaldesa de Güímar alardea del éxito de su raya azul y de que no sabía que los vertidos del polígono eran ilegales

Carmen Luisa Castro, alcaldesa del PP en Güímar, en un programa de 'Sálvame'

Vicente Pérez

Santa Cruz de Tenerife —

La mediática alcaldesa de Güímar (este de Tenerife), Carmen Luisa Castro (PP), ha divulgado en las redes sociales un vídeo en el que celebra el tercer aniversario de una de sus decisiones más excéntricas: el pintado de una raya azul en el polígono industrial que comparten tres municipios (el mencionado junto a Candelaria y Arafo) para delimitar en calles y aceras hasta dónde llega la parte que pertenece a Güímar.

De camino, ha posado también ante la maquinaria del emisario submarino de esta zona industrial, y ha asegurado que los ayuntamientos no sabían que era ilegal, obviando así que la solución administrativa a este problema haya sido una reacción a la causa penal abierta a raíz de una denuncia de Izquierda Unida Canaria (IUC) y Sí Se Puede.

Una pletórica alcaldesa muestra en su vídeo el éxito de haber delimitado con la raya azul en el suelo la frontera de Güímar con Candelaria y Arafo. “Hace tres años que la pintamos y ha dado sus frutos en conservar, mantener y limpiar nuestra parte del polígono”, afirma en el vídeo difundido en Facebook, en el que se enfoca hacia el municipio de Arafo y aparece sobreimpresionada la pregunta. “¿Qué ocurre al otro lado?”.

Y ciertamente el aspecto que presenta esta área industrial fuera de los límites güimareros deja mucho que desear. Lo que ocurre al otro lado es sobre todo basura y palmeras secas por doquier, y aceras donde los rabos de gato han crecido tanto que, con las hojas secas de los árboles, hacen algunos tramos intransitables.

Frente a esa realidad de abandono más allá de esa frontera, Castro explica cómo dentro de territorio güimarero incluso se han trasplantado palmeras que molestaban al tránsito de camiones y hasta anuncia que colocará en noviembre en una rotonda del polígono el fuselaje de una avioneta para conmemorar “todo lo que sufrió Güímar” con la gran plaga de langosta que asoló los cultivos del municipio en 1958.

Sobre el ilegal vertido de las aguas residuales e industriales que ha colocado al Valle de Güímar en el foco de la Justicia española (hay una causa penal abierta por las de origen industrial) y europea (el Tribunal de la UE ha condenado a España a una sanción multimillonaria por las de origen urbano), la regidora municipal obvia este frente judicial y dice que ignoraba, tanto ella como los demás ayuntamientos, lo que estaba pasando: “Este emisario ha sido noticia por verter al mar sin licencia; no sabíamos que había una autorización, que no estaba la licencia, y por eso el Cabildo y los tres ayuntamientos nos hemos puesto manos a la obra, para que vierta con autorización y para que se haga la depuración industrial de estas aguas”.

La realidad es que, con la Justicia pisando los talones a los ayuntamientos y el Cabildo, se han tenido que poner las pilas, y si el emisario sigue en funcionamiento es por una medida de gracia de un juzgado de lo Contencioso Administrativo a la espera de que se construya una estación depuradora de aguas residuales industriales, cuyo proyecto ya está redactado y en este momento está a la espera de  un trámite que debe aprobar en pleno el Ayuntamiento de Candelaria (el plan de etapas de esta infraestructura).

De los hoteles en los hoyos de las areneras a 'Sálvame'

La alcaldesa popular (un adjetivo que se le aplica en toda su extensión) se ha hecho conocida más allá de los azules límites de su municipio por iniciativas que han resultado tan llamativas como controvertidas, como su propuesta de captar inversores extranjeros -con las miras puestas en capital chino- para restaurar los enormes huecos dejados por las canteras ilegales de áridos con grandes complejos turísticos, centrales hidroeólicas y parques de ocio.

Precisamente para sacar adelante esta idea, que ha sido frenada en el Parlamento canario, el PP de su pueblo debatirá en una próxima asamblea proponerla como candidata a la presidencia del Cabildo en las próximas elecciones, una iniciativa que a buen seguro habrá dado que hablar en su propio partido en la isla, donde hay quienes no la apoyan, por su peculiar estilo populista y por ser afín a la anterior presidenta insular del PP, Cristina Tavío.

El uso turístico de ese suelo horadado por las canteras requeriría de un cambio de catalogación en el Plan Insular de Ordenación del Territorio, pero además tendría que encajar en la sentencia penal que condena a cuatro areneros a prisión por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. También ordena reparar ese daño ambiental, si bien tres de los condenados podrán eludir la cárcel si pagan una fianza multimillonaria de 168 millones de euros. Entre ellos figura Antonio Plasencia, el conocido empresario y expresidente de la patronal de la construcción Fepeco, condenado también por el caso Las Teresitas.

Pero Carmen Luisa Castro se ha hecho controvertidamente popular también gracias a su predilección por el programa del corazón Sálvame, al punto de patrocinar con dinero público viajes con vecinos para ver en Madrid el rodaje de este espacio que emite Tele 5. 

Las críticas de quienes la acusan de promover la telebasura desde una administración pública no le han hecho mella, por lo que se trajo de pregonera de las fiestas principales de su pueblo a la presentadora y directora de este programa, Carlota Corredera, que además ha dado nombre a una partida de vino afrutado en la Bodega Comarcal del Valle de Güímar.

No menos polémica fue su iniciativa de apoyar una fiesta “solo para ellas”, en la que se eligió a Miss Cachonda, Miss Estrecha y Miss Follometría, dentro de los festejos de la virgen de Fátima. Un patrocinio que le valió una lluvia de críticas por “sexista”.

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