Para ubicarte en el mapa: las zonas de Bruselas que debes conocer antes de ir

Grand Place Bruselas

Adrián Roque

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Bruselas es una ciudad con alma doble: la de las instituciones europeas y la de los cafés art nouveau donde el tiempo parece haberse detenido. Es mucho más pequeña que Londres o París, pero está repleta de rincones con encanto, de barrios donde la historia y la vida cotidiana se mezclan con naturalidad. Desde el bullicio del centro histórico hasta la elegancia de Ixelles o la modernidad del Barrio Europeo, recorrer la capital belga es entender cómo una ciudad tan pequeña puede tener tanto que contar.

El centro histórico: donde late el corazón de Bruselas

El centro histórico de Bruselas —también conocido como el Pentágono— concentra gran parte de los monumentos y símbolos de la ciudad. Aquí se encuentra la Grand Place, una de las plazas más bellas del mundo, rodeada de edificios gremiales dorados, la Maison du Roi y el Ayuntamiento, con su torre gótica dominando el cielo.

A su alrededor se extienden callejuelas animadas, llenas de cervecerías, chocolaterías y tiendas de cómics. En el Îlot Sacré, uno de los barrios que conforman el casco antiguo, se encuentran las Galerías Saint-Hubert, la estatua de Jeanneke Pis y la antigua Bolsa de Bruselas, tres paradas imprescindibles para el visitante curioso.

El Quartier Royal, por su parte, es la zona más señorial del centro. Allí se alzan el Palacio Real, el Parque de Bruselasy el Mont des Arts, un conjunto de jardines y museos que concentra algunas de las mejores vistas de la ciudad. A muy poca distancia, el barrio de Sablon mezcla antigüedades, arte y arquitectura: su iglesia de Notre-Dame du Sablon marca el paso entre la parte alta y la parte baja de la ciudad, y cerca de allí se encuentran los Museos Reales de Bellas Artes y el Museo Magritte.

Bruselas es también una ciudad de contrastes: basta tomar el ascensor panorámico junto al Palacio de Justicia para adentrarse en Les Marolles, un barrio con pasado obrero, marcado por su carácter multicultural y su mercado de la Place du Jeu de Balle, donde se puede encontrar desde una bicicleta antigua hasta una joya perdida.

Saint-Géry y el encanto nocturno del centro

Si hay un barrio que encarna la faceta más animada y cosmopolita de la ciudad, ese es Saint-Géry. Situado al oeste de la Grand Place, es una zona con un aire parisino donde la vida se reparte entre bares, restaurantes y espacios culturales. Su antiguo mercado, Les Halles de Saint-Géry, es hoy un centro de exposiciones y punto de encuentro de jóvenes locales y viajeros.

De noche, las terrazas se llenan de vida, el olor a gofres se mezcla con la música de los bares y Bruselas muestra su cara más espontánea. Muy cerca, la Place de Brouckère y los alrededores de la Bolsa forman otro eje de ocio y cultura urbana.

El Barrio Europeo: la Bruselas institucional

A solo unos minutos en metro del centro, el Barrio Europeo ofrece una imagen muy distinta. Aquí se encuentran el Parlamento Europeo, el Consejo de la Unión Europea y otras instituciones comunitarias que dan a Bruselas su papel de capital política del continente.

Pero este distrito no es solo burocracia: a su alrededor se abren grandes parques, como el Parque del Cincuentenario, con su imponente arco triunfal, y museos de gran interés, como Autoworld o el Museo de Historia Militar. Es una zona tranquila, ideal para pasear entre avenidas amplias y edificios modernos que reflejan el rostro contemporáneo de la ciudad.

Avenida Louise e Ixelles: elegancia, cultura y diversidad

Al sur del centro se extiende la Avenida Louise, el bulevar más elegante de Bruselas. A un lado y otro se alinean boutiques, hoteles de lujo y cafés con encanto que conducen hasta el Bois de la Cambre, un parque inmenso que funciona como pulmón verde de la ciudad.

Muy cerca está Ixelles, un municipio vibrante y multicultural que se ha convertido en el favorito de artistas, estudiantes y expatriados. Aquí nació Audrey Hepburn, vivió Julio Cortázar y hoy se mezclan lo africano y lo europeo en el barrio de Matongé, donde los mercados de especias y las peluquerías afro conviven con tiendas de diseño y bares de moda. En torno a la Place Flagey y los estanques de Ixelles, Bruselas muestra su cara más diversa y contemporánea, sin perder su aire acogedor.

Koekelberg y Saint-Gilles: entre el arte y las vistas

Más alejados del centro, los barrios de Koekelberg y Saint-Gilles merecen también una visita. En el primero se levanta la monumental Basílica del Sagrado Corazón, una de las iglesias más grandes del mundo, desde cuya cúpula se obtienen vistas espectaculares de toda la ciudad.

En Saint-Gilles, al sur, se respira arte en cada esquina. Es un barrio de casas modernistas, donde el arquitecto Victor Horta dejó su huella en varias fachadas y donde hoy se encuentra el Museo Horta, dedicado al maestro del art nouveau. Sus calles combinan lo popular con lo artístico, ofreciendo una de las imágenes más auténticas de Bruselas.

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