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Vendimia para urbanitas

Participantes en 'Sigue tu cepa' durante la vendimia en el mes de septiembre. (Foto. Bodegas Robles)

Carmen Reina

¿Es amante de los vinos? ¿Le interesa conocer cómo se elaboran los caldos desde el cuidado de la vid hasta que el vino se embotella? ¿Quiere hacerlo y vivirlo en primera persona aunque viva en una ciudad? Pues usted, urbanita, va a ser amadrinado por una cepa de vid que le va a enseñar todo acerca del mundo enológico y de la producción artesanal del vino.

‘Sigue tu cepa’ es el nombre con el que Bodegas Robles ha bautizado a esta actividad que, desde 2011, lleva hasta el mismo campo de vides a cualquier persona interesada en sumergirse en la producción ecológica de vinos. Se trata de “acercar los vinos en el día a la gente a través del trabajo que se desarrolla en los viñedos”, explica a eldiario.es/andalucia el creador de esta actividad y director de Marketing y Comunicación de estas bodegas cordobesas, Juan Bolaños.

Y es que, efectivamente, quien participa en ‘Sigue tu cepa’, puede aprender y realizar todas las labores del campo propias de la producción y elaboración del vino. Ya son más de 450 personas que desde puntos tan lejanos como Japón, Suiza, Inglaterra, Chile o de municipios próximos a los viñedos de Bodegas Robles de Montilla (Córdoba) forman parte de esos urbanitas que tienen una cepa a su cargo.

O al revés. Porque en ‘Sigue tu cepa’ dicen que es la vid quien amadrina a su seguidor. “A cada persona le asignamos de manera gratuita y en exclusiva una cepa de nuestro viñedo ecológico. Decimos que la cepa es la madrina porque es ella la que nos enseña a nosotros los principios de la agricultura”, cuentan desde la bodega.

Y con ella, el amadrinado conocerá a lo largo del año las distintas etapas en el cuidado de la vid hasta la producción del vino. Así, se realizan cuatro encuentros que corresponden a las diferentes labores que se desarrollan con la cepa. En el mes de febrero, los amadrinados reciben la enseñanza de un maestro de poda y cada cual hace la labor sobre su cepa. Más adelante, en primavera, llega el momento del despunte, donde a mano se le quitan hojas a la vid para dejar solo las necesarias.

A lo largo de todos esos meses, los amadrinados se interesan por su cepa. “Se familiarizan con los términos y conceptos del campo, te preguntan si su cepa tendrá esta temporada mildiu o cómo va la cosecha”, relata Bolaños. Porque es ese, el momento de la cosecha, uno de los más concurridos. En este mes de septiembre llega el momento de la vendimia. Los amadrinados recogen la uva, realizan también la pisa, la prensa y pueden probar el primer mosto: su propio mosto.

Luego queda el cuarto encuentro del año, en el mes de noviembre, cuando los vinos nuevos estén a punto, unos dos meses después de la vendimia, momento que servirá para probar cómo han salido esos primeros caldos del año.

El ecosistema como modo de producción ecológica

El ecosistema como modo de producción ecológica“La respuesta de la gente es muy positiva. Se familiarizan con los conceptos del campo y la producción. Te hablan ya de los pámpanos, del envero, de los insectos necesarios para polinizar las vides, del porqué de la cubierta vegetal del terreno para fijar el nitrógeno en el terreno… Aprenden que nuestros vinos se hacen en los viñedos porque pertenecen a la tierra”.

El urbanita sigue así, en tiempo real a lo largo del año, la evolución de su cepa. Se preocupa de la evolución del clima, de las posibles plagas que puede sufrir, disfruta del brote de las vides, de cómo crecen los racimos de uvas. “Y al final de cada cosecha, tenemos ocasión de comprobar que, como casi siempre, recibimos lo que damos”, sintetizan desde las bodegas para explicar el trabajo laborioso que sus viñedos precisan para producir los vinos ecológicos.

“Con este aprendizaje, va quedando un poso. Se va formando a la gente en la cultura del vino, en su producción y el apego a la tierra, a la agricultura. Entienden que trabajar en la agricultura ecológica es trabajar con el ecosistema”, abunda Bolaños.

Y es ese concepto de formación en primera persona diseñado en esta empresa por el que se han interesado distintos organismos que lo han estudiado y con los que Bodegas Robles colabora actualmente como la Universidad de Córdoba o la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía para aumentar el número de personas que, con su propia cepa, aprendan el valor del vino que nace de la tierra.

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