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El costo del rescate de Cecilio López amenaza ruina

Llegada del equipo de rescate.

José Luis Mendieta

El pasado 18 de septiembre Cecilio López-Tercero se precipitó cinco metros al final de la cueva Inti Machay, en Perú, que estaba explorando. Lesionado en la espalda, con vértebras rotas pero sin lesión medular, ascender los 400 metros de profundidad y 2.500 metros de recorrido por sus medios y los de sus compañeros resultaba imposible. Además, a la extrema complejidad de un rescate en espeleología se suma la inexistencia de grupos peruanos de espeleólogos que pudieran rescatarle. Se tenían que encargar sus compañeros de la Federación Madrileña de Espelelogía.

Cecilio —miembro de la Comisión de Espeleobuceo, exjefe del Grupo de Espeleosocorro de la FME, licenciado en Biología y en Bioquímica — formaba parte de un grupo que no estaba allí, en una cueva perdida de la Amazonia peruana, por deporte sino dando apoyo técnico a autoridades locales, paleontólogos y arqueólogos de la Universidad de Lima para acceder a restos arqueológicos de la cultura Chachapoya, precolombina. Él ayudaba a acceder a diferentes yacimientos y exploraba nuevas cavidades. Inti Machay fue preexplorada en 2013, donde se encontraron restos de interés. En estos momentos se continuaba la exploración.

Como en España el rescate en espeleología es, a diferencia del rescate en montaña, fundamentalmente voluntario, los espeleólogos tienen su servicio de alerta engrasado. Aunque esta vez no se les llamara para acudir a los cercanos Picos de Europa o Pirineos, inmediatamente había un número sobrado de espeleosocorristas de todas las comunidades autónomas dispuestos a viajar, dispuestos a adelantar el dinero de su viaje o a cancelar las vacaciones.

58 rescatadores con 3.000 kilos de material que se encontraron con el primer gran problema: la negativa de las autoridades españolas a facilitar un medio de transporte que habría agilizado el rescate. Por eso tuvieron que incrustarse en un goteo de vuelos comerciales y el cuarto y último grupo llegó al campamento base el 29 de septiembre. Hay un segundo problema grave, que las coberturas que las compañías de seguros aceptan es insuficiente para cubrir apenas la décima parte del rescate.

Raúl Melero, portavoz de la Federación Madrileña de Espeleología, nos explica la situación.

¿Cuál es el estado de salud de Cecilio?

Estable. Las lesiones que aparentemente presenta, según han podido valorar dentro de la cueva los doctores—primero de Bomberos de Perú y una doctora del Grupo de Rescate de la Federación Madrileña de Espeleología, del Grupo de Rescate que lleva ya una semana permanentemente con él— a la vista de los síntomas exteriores ya que hacen falta pruebas hospitalarias, se presupone que tiene una lesión lumbar, probablemente con dos vértebras fracturadas. Por el momento no hay ninguna afección medular porque tiene movilidad completa de los miembros, pero el pronóstico es reservado y tenemos que atender la prescripción de la doctora de que tiene que estar permanentemente inmovilizado para que en el caso de que la lesión fuera mayor no se agrave. Por eso, también la precaución y cuidado con que se está montando toda la instalación para que la progresión de camilla sea lo más suave posible, no exista la posibilidad de que tenga ningún golpe con ninguna parte de la cavidad y sobre todo que mantenga una posición horizontal permanentemente y en ningún momento pueda sufrir una sobrecarga de peso en la zona lesionada.

¿Cuáles son las maniobras necesarias para la evacuación, ha habido que ampliar la cavidad para poder rescatarle?

Tengo que hacer una corrección porque, aunque se ha difundido que sería necesario ampliar algún punto de la cueva, no es verdad. En esta cavidad el espacio es suficiente para que la cuña progrese sin que esté comprometido el paso. Lo que sí presenta son dificultades técnicas, resaltes de roca, a lo largo del recorrido. Es una pendiente constante en la que hay muchos saltos de roca donde hay que montar una instalación con cuerdas para que la camilla pase por encima de esas dificultades sin rozar contra ellas. Es la gran dificultad por el número de puntos en los que se tiene que montar esa instalación, más de 50.

La primera parte de la cavidad, donde se produjo el accidente, ha sido la más sencilla porque el desnivel que había, aunque fuera mayor, era lo que llamamos “pozos limpios” donde montando una instalación en el techo de ese pozo se podía subir fácilmente, de una sola vez, la camilla un tramo de 15 o 20 metros. En esos tramos, con menos número de instalaciones, se progresa más rápido que en otro no tan vertical y con complicaciones por esos resaltes de roca.

Parece que puede salir muy pronto. Ya sólo quedan 150 metros.

Nosotros estamos haciendo todos los esfuerzos posibles por completar la instalación para salvar estas dificultades. De hecho, la llegada del último grupo, ayer, que es un grupo de las federaciones territoriales vasca, cántabra y no sé si hay algún gallego, ha permitido que se avance a la velocidad que hubiésemos deseado desde el primer momento si hubiéramos contado con todos los recursos en boca de cueva desde el primer momento.

Por esa parte estamos poniendo todos los medios para que esté listo, y ayer en el tramo que se movió a Cecilio, se le movió desde –300 metros a –150. Cincuenta más de lo previsto. A partir de ahí, estamos esperando la valoración de la doctora para que nos confirme cuándo puede continuar Cecilio. Ahora hay un primer tramo que también es complicado, pero si se da como ayer y conseguimos progresar rápido pasaría lo que todos deseamos: que pudiera salir hoy mismo. Los medios están puestos.

Una vez fuera de la cueva, Cecilio tendrá que ser trasladado a un helipuerto situado 500 metros más arriba, luego valorado en un hospital de Perú, y después el traslado a España. ¿Está solucionado?

Sí. El equipo de rescate, en cuanto consiga sacar de la boca de cueva a Cecilio, cederá el transporte al Ejército Peruano que ayer, junto con el equipo de rescate que había fuera, montaron la instalación necesaria para poder subir también con seguridad desde la boca de la cueva hacia el punto donde se ha improvisado un helipuerto que las Fuerzas Aéreas Peruanas han estado limpiando. La rampa de la salida de la cueva, que por circunstancias meteorológicas está muy embarrada, se ha protegido con una instalación para que el ascenso sea seguro porque no podemos correr el riesgo de que alguien sufra un resbalón. Todo eso está coordinado y listo.

El helicóptero es de la Fuerza Aérea Peruana que ha movilizado el Gobierno de Perú y está esperando a que llegue Cecilio para transportarle a un centro médico de Lima, donde se realizará la valoración con pruebas radiológicas y serán los médicos quienes dictaminarán.

Entre las ayudas que consideráis necesarias por parte del gobierno español, ¿qué se ha conseguido y cuáles no se han conseguido? ¿Qué más se necesita?

Lo que hemos conseguido es una colaboración firme y muy activa por parte del Consulado español en Perú. De ahí no tenemos la menor queja. Desde Asuntos Exteriores se pusieron en contacto con el Consulado en Perú y están actuando perfectamente. Más allá de eso, hubiéramos necesitado algún medio logístico de transporte para transportar a todo el equipo de rescate que estaba ya en prealerta en España. Ahí no hemos conseguido ayuda. Como el rescate lo teníamos que hacer sí o sí porque teníamos una persona herida en una cueva de Perú, movilizamos medios propios para transportar a cada una de las que se han sumado en aviones comerciales a medida que había plazas disponibles. Eso ha provocado que hayamos tardado ocho días en tener a todo el equipo allí y es también lo que ha provocado que Cecilio lleve 12 días en la cavidad, cuando si hubiéramos podido estar en el margen de las primeras 48 horas con la ayuda del Estado Español ahora no estaríamos hablando de esto, sino del pronóstico del hospital.

¿Nuestra preocupación ahora? Que no contemos con ningún tipo de colaboración para retornar a todo el equipo, al propio Cecilio y al material que se ha tenido que desplazar. Si no la hay tendremos que hacerlo por nuestros propios medios. Estamos solicitando ayuda por diferentes iniciativas voluntarias y la gente está ayudando en la medida de lo que puede, no va a alcanzar para lo que va a costar el rescate porque hasta el momento llevamos ya 100.000 euros.

¿La compañía de seguros tardó demasiado en desbloquear el adelanto de la cantidad de 18.000 euros para el rescate?, ¿supuso algún problema añadido y por qué esta cantidad tan insuficiente?

Supuso tener que dedicar recursos a gestionar con la compañía de seguros el adelanto –porque el protocolo normal es que abonan cuando se finaliza el rescate– cuando teníamos que estar completamente volcados en la actividad técnica. Lo tuvimos que hacer porque no hubo movimiento por parte de la aseguradora, pero en el momento en que se le solicitó y explicó la situación nos adelantó ese capital asegurado de 18.000 euros. Para nosotros fue tarde porque tuvimos que adelantar más dinero, para la compañía pronto porque lo hizo en la primera semana del rescate.

Se está demostrando que 18.000 euros es un capital insuficiente para un tipo de contingencia como ésta, pero cuando se negoció el seguro ni esta compañía ni ninguna quiere asegurar más. De hecho la pelea la tuvimos porque la compañía sólo quería asegurar 12.000 euros y conseguimos que aseguraran 18.000. Nosotros queríamos asegurar más, siendo conscientes de que representaría mayor prima.

En España, cuando se produce un accidente de este tipo, el grupo de espeleología de la federación territorial que corresponde, o tiene grupo de rescate o acude al de otras federaciones. Actúan de manera voluntaria por lo que no hay coste, salvo si interviene algún medio o miembro del rescate del Estado. Digamos que son unos gastos que están controlados y que 18.000 euros no sé si podría ser suficientes pero no estaríamos hablando de las cifras que estamos hablando en el caso del rescate de Cecilio en Perú, porque el mayor de los costes es conseguir desplazar al contingente necesario hacia allí. Y luego retornarlo.

¿En cuánto se evalúa el costo del rescate?

Los costes incurridos al día de ayer son de 100.000 euros que hemos tenido que efectivizar. Faltan gastos de vuelos de algunos voluntarios que se han pagado su propio. Más allá, en función de cómo sea la prescripción médica que se dé en el hospital de Perú los gastos van a estar por encima de los 150.000 euros y rondando los 200.000.

Actualmente ¿cuanto está cubierto por donaciones?

A día de hoy no lo sé exactamente pero creo que unos 55.000 euros. Agradecemos esta ayuda, y aseguramos que no hay ningún ánimo de lucro. Si sobra dinero se va a devolver en la medida de lo posible para que haya constancia de que no se pretende sacar ningún dinero.

¿Sentís agravio comparativo por ejemplo con la reciente evacuación de Miguel Pajares, que según se ha publicado costó 400.000 euros, y la de Manuel García Viejo?

Aquí sólo tenemos una valoración y es que no terminamos de entender que haya unas situaciones en las que el gobierno actúe en un sentido [desde Campobase hemos realizado una consulta al Ministerio de Asuntos Exteriores para saber en qué casos un ciudadano español es repatriado, evacuado o rescatado por parte del gobierno sin que su respuesta haya llegado antes del cierre de la información] y en otras actúe de otra manera. No por el dinero que pueda representar una actuación respecto de la otra, ni por el perfil de la persona de la que estamos hablando. No cuestionamos en ningún momento que se haya hecho con estas dos personas y también entendemos muy justo y loable que la actividad de estas personas también hay que valorarla.

Nos gustaría que, como ciudadano español, a Cecilio se le prestara una atención en cierta medida similar.

Información actualizada y donaciones a través de http://rescateintimachay.blogspot.com.es/

Vídeos emitidos en el programa Panorama de Panamerica Televisión el 21/09/2014

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