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El Diari del Treball es un blog con voluntad de reflejar, tanto desde la información como la opinión, la lucha por preservar los derechos laborales y económicos que la crisis pone ahora en peligro. El blog está coordinado por el periodista Tomeu Ferrer.

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Los sindicatos de CatalunyaCaixa recuerdan que votaron contra el aumento de sueldo de la cúpula

Los trabajadores de Catalunya Caixa se manifestaron de luto contra el ERE

Tomeu Ferrer

Barcelona —

Los sindicatos presentes en CatalunyaCaixa se ofrecen a la justicia para colaborar en la investigación iniciada contra la cúpula de la entidad en el año 2010. Carmen Delgado, de la dirección de CCOO en la entidad de ahorro, afirma: “Estaremos encantados de responder lo que nos pida la fiscalía en este caso”. Y añade que cuando el Parlament de Catalunya llamó a declarar a los antiguos dirigentes de la caja privatizada también se ofrecieron a participar en la investigación.

La Fiscalía Anticorrupción ha pedido la imputación para la antigua cúpula de CatalunyaCaixa, hasta 54 exdirectivos entre los que se encuentran el expresidente de la entidad Narcís Serra y el exdirector general Adolf Todó. El motivo de apertura del caso es la decisión del Consejo de Administración de subirse los sueldos en 2010 de forma “desproporcionada”, según Anticorrupción, cuando la entidad acababa de recibir dinero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para evitar su hundimiento.

“Hablo de memoria, pero en ese tiempo denunciamos que el señor Todó que cobraba 600.000 euros al año se subió el sueldo hasta 800.000 euros” dice la sindicalista. “Nos parece muy bien que se abra este proceso, en el que se ha imputado a tres compañeros del sindicato que efectivamente formaban parte del Consejo de Administración”, dice Delgado. No obstante, indica que “en la reunión en la que se decidió la subida de sueldos, los representantes de los trabajadores votamos en contra y lo dijimos y quedó reflejado en las actas; luego lo denunciamos públicamente. Queremos que quede claro que estuvimos en contra”.

Los sindicatos consideran que, en el proceso de rescate de la entidad, quienes más han sufrido han sido los clientes, además de los trabajadores, que han visto como en una primera etapa se reducía la plantilla en 1.600 personas y que, en la actualidad, les amenaza un ERE que podría afectar casi 2.500 empleados, más del 30% de la plantilla. Por el contrario, la alta dirección, personificada en Serra y Todó -este último cesado recientemente- junto con otros 52 miembros del consejo de administración, no sufrió ningún percance en un proceso del que fueron protagonistas y responsables directos.

Represalias

La denuncia sindical no fue bien recibida, ya que cuando la entidad se nacionalizó, como resultado de su rescate con dinero público, los representantes de la plantilla desaparecieron del consejo de administración renovado. “A pesar de ser privado, el nuevo banco incluyó en el nuevo consejo a todos los grupos que ya estaban en el anterior, cuando era caja”, dice Delgado. Así, hay personas en representación de ayuntamientos, de las Diputaciones, de otras entidades culturales, pero los representantes de la plantilla no se incluyeron en la nueva organización, lo que entre los sindicatos se interpreta como una represalia.

Precisamente el día 9 de septiembre está previsto que la dirección de Catalunya Caixa presente oficialmente el ERE que puede suponer hasta casi 2.500 bajas en la entidad. Por ello, este jueves, más de 4.000 personas, de una plantilla que en Cataluña suma hasta 5.000 trabajadores se han manifestado en Barcelona. También ha habido movilizaciones en Valencia y Madrid, entre otras ciudades.

Los trabajadores reclaman que las condiciones de su expediente sean las mismas que las adoptadas en procesos similares en los que se ha reducido personal en entidades nacionalizadas. Quieren, de este modo, que las reducciones sean voluntarias y no traumáticas. Recuerdan, por ejemplo, que Bankia ha reducido plantilla con unas condiciones de despido de 30 días por año trabajado y con un plus de 2.000 euros por cada tres años de antigüedad, algo más que los 20 días ofrecidos a los empleados de la entidad catalana, con un máximo de 12 mensualidades. También critican las prisas por recortar la plantilla cuando la Unión Europea permitiría que el proceso se hiciera más despacio, hasta el año 2015.

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