El PP deja en manos de Barberá la decisión de abandonar el Senado
Después de que este martes el Tribunal Supremo abriera causa contra la exalcaldesa de València, Rita Barberá (PP), por presunto blanqueo de capitales ha habido cierta disparidad de reacciones dentro de la formación conservadora sobre si se la debe presionar para dejar su escaño en el Senado. Mientras ha habido voces internas del PP para que abandone, los pesos pesados del partido han preferido no entrar al acoso y derribo de uno de sus principales bastiones de las últimas dos décadas en el mapa municipal español.
Mariano Rajoy fue el primero en evitar las preguntas de los periodistas en los diferentes actos en los que participó en la campaña electoral del PP en Galicia. La falta de comentarios del líder fue suplida por los de la número 2 del partido, María Dolores de Cospedal, quien confiaba en la “inocencia” de Barberá y se mostraba convencida de que haría “lo que sea lo mejor para el partido”. A la opinión de Cospedal se sumaba la del ex President de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, quien manifestaba que el abandono del escaño en el Senado es “una decisión personal” y que “ella sabe la situación en la que está el partido”.
En el PP valenciano tampoco se quiso poner el dedo en la llaga y se enarboló la “presunción de inocencia” porque la alcaldesa “todavía no está imputada”. La coordinadora general del PPCV, Eva Ortiz, advertía que “hay que dejar trabajar a la justicia”, para a continuación lavarse las manos apuntando a Génova como responsable de dar una solución a la situación de Rita Barberá.
Presiones externas
Entre las presiones externas para que Rita Barberá haga un paso atrás destaca la del sucesor de la alcaldesa en la vara de mando de València, Joan Ribó (Compromís) quien afirma que la ciudad “no aguanta más” la representación de Barberá a la vez que lamenta el blindaje que le otorga Mariano Rajoy.
El Presidente del Gobierno y del PP también ha tenido la misma reclamación desde su virtual apoyo en el Congreso, Ciudadanos, así su líder Albert Rivera reclamaba que Barberá abandonara la cámara alta o el partido naranja retiraría el apoyo al PP.
