El Congreso dejará al Condado de Treviño en Burgos
Por primera vez, el Congreso de los Diputados debatirá la petición de Euskadi de anexionarse el Condado de Treviño. Hasta ahora, el debate nunca había conseguido llegar tan lejos. Todos los intentos han chocado contra el Estatuto de Castilla y León, que ha impedido la segregación y ha hecho prevalecer su autoridad sobre los diferentes pronunciamientos de los ayuntamientos del enclave y del propio Parlamento vasco a favor de la anexión del territorio a Euskadi. El Congreso debatirá ahora una proposición de ley del Parlamento vasco, que ha optado por 'puentear' a Castilla y León ante su conocida oposición a la separación del Condado. Sin embargo, la iniciativa no va a prosperar dada la mayoría absoluta con la que cuenta el PP en el Congreso, a la que se sumará el PSOE. Así que el Condado de Treviño seguirá en Burgos.
En la exposición de motivos de esta propuesta se recuerda que los habitantes de Treviño han manifestado repetidamente a lo largo de la historia su voluntad de formar parte de Álava, y que así lo expresaron en los acuerdos adoptados en 1980, 1998 y en 2013. De hecho la iniciativa del Parlamento vasco fue impulsada el pasado año por los dos ayuntamientos del enclave, Treviño y La Puebla de Arganzón, y finalmente se aprobó en la Cámara de Vitoria gracias a los votos del PNV, EH Bildu y PSE. Mientras, PP y UpyD se abstuvieron. Aunque defienden la anexión, cuestionan la idoneidad de la fórmula.
Una delegación del Parlamento formada por los parlamentraios Txarli Prieto (PSE), Xabier Agirre (PNV) y Belén Arrondo (EH Bildu) defenderán la voluntad de los treviñeses. Un sí del Congreso aceleraría la solución definitiva, pero un no tampoco “cerraría las puertas a una posible solución”. Al menos así lo creen Igancio Portilla (alcalde de Treviño) y Roberto Ortiz (alcalde de La Puebla de Arganzón). “Vamos a seguir trabajando por la solución definitiva”, han recalcado.
La historia ha sido caprichosa con el Condado, que le ha convertido en regalo de Reyes y premio de conquistas. Sin embargo, para sus vecinos más bien han sido castigos que han terminado por desembocar en la situación actual: dependencia administrativa de Burgos y dependencia funcional para el día a día de Álava. Es decir, una coyuntura “insostenible”, según la definen los alcaldes de los dos municipios que integran el Condado. Un colectivo atrapado en un conflicto administrativo histórico y político que quiere resolver de una vez el eterno dilema: permanencia en Burgos o integración en Álava.
Según Ignacio Portilla, sin la crispación y tensión que conllevaba el terrorismo de ETA la reivindicación se convierte en un problema netamente administrativo. “Estoy seguro de que esto se va a solucionar por pura inercia debido a lo absurda que resulta la situación”. Roberto Ortiz, perteneciente a la Agrupación Independiente Nueva Puebla (AINP), asegura que “el día a día se vive de forma complicada, a golpe de convenio con una administración o con otra, pero sin saber nunca muy bien qué va a pasar”.
