La “frialdad” peneuvista sume al PP en la duda sobre el futuro de Maroto
El PNV va a estirar la negociación para la gobernabilidad de las principales instituciones alavesas hasta el último día. La reunión que han mantenido delegaciones al más alto nivel en este territorio del PP y de los peneuvistas solo ha dejado claro el campo de juego: los populares, a la vista de los resultados cosechados en las urnas por su candidato en Vitoria, Javier Maroto, consideran “irrenunciable” esa plaza, pero a cambio estarían abiertos a dotar de estabilidad a una Diputación gobernada por el candidato peneuvista, Ramiro González, y ha ofrecido su apoyo para que algún municipio Artziniega siga en manos de los peneuvistas, aunque la lista más votada fue la de EH Bildu por unas pocas papeletas.
Pero el PNV alavés no ha ido a la ronda de reuniones que ha abierto este martes oficialmente con los populares con un escenario ya cerrado. Y tampoco consideran que se trata de “guiños” como el que habría realizado Javier Maroto este lunes suavizando su discurso en relación con las ayudas sociales y los inmigrantes, sino de definir compromisos sólidos que den estabilidad a las instituciones del territorio.
“Contemplamos todos los escenarios”. Con estas palabras se refieren en el PNV para dejar claro que no están en un sucedáneo de negociación en el que el resultado estaría determinado de antemano. Otras fuentes siguen pensando que el objetivo real del PNV es volver a gobernar, con la mayor estabilidad posible, las tres diputaciones forales. Y que en esa estrategia se respetaría la victoria de Maroto en la Alcaldía de Vitoria. Los socialistas, con los que tienen encauzado un acuerdo global, les darían esa tranquilidad solo en Bizkaia y en Gipuzkoa, aunque quedan aún flecos para cerrar esos “acuerdos programáticos” a los que se refirió Joseba Egibar tras reunirse con el PSE al más alto nivel. De ahí la importancia de la ronda de reuniones en Álava.
Las delegaciones que se han visto las caras este jueves estaban formadas, en el caso del PNV, por el presidente de este partido en Álava, Xabier Agirre; el candidato a diputado general, Ramiro González; el candidato a alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, y el miembro de la Ejecutiva alavesa, Claudio Rodríguez. En el caso de los populares, han acudido el presidente en Álava y ministro de Sanidad, Alfonso Alonso; el parlamentario vasco Iñaki Oyarzábal; el candidato a diputado general, Javier de Andrés, y el aspirante a la reelección al frente del consistorio vitoriano, Javier Maroto.
Ni una hora de reunión
Fuentes populares conocedoras del encuentro, que no ha durado ni una hora y que ha sido valorado como positivo, han destacado la “frialdad” en las posiciones mantenidas por los interlocutores del PNV, lo que todavía ha acrecentado aún más las “dudas” que existen sobre la decisión que puedan tomar los peneuvistas en esta provincia: incluida la de presentar un candidato propio en Vitoria, que contaría con el apoyo de EH Bildu sin contrapartidas y con el único objetivo de desalojar al regidor popular. En la reunión, los peneuvistas han sacado los “agravios” que, a su juicio, se han producido por parte de PP y las “líneas rojas” que han pasado los populares con sus discursos.
Los populares plantean al PNV un paquete en el que Vitoria y Oyón quedarían en manos de los candidatos del PP, mientras que la diputación, incluso con un pacto de legislatura, y Artziniega quedarían para el PNV. De esa manera, el PNV podría retener la Alcaldía en Artziniega, municipio donde peneuvistas y soberanistas tienen los mismos ediles (cuatro), pero la coalición soberanista le ganó las elecciones al PNV por 11 papeletas (395 frente a 384 votos).
El PNV, que no ha respondido al planteamiento de los populares, sigue sin desvelar sus cartas y esperará a la reunión que mantendrá este miércoles con EH Bildu y el jueves con una delegación del PSE-EE para adoptar una decisión definitiva. El PP, con todo, espera que se imponga el sector del PNV compuesto por “gente de orden” que no está dispuesto a estar cuatro años a expensas de las decisiones de EH Bildu, rehenes de la coalición soberanista.
