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Urtaran presenta su anhelo de convertir Vitoria en la “Atenas del norte” en 2025

El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, este miércoles en el Artium

Iker Rioja Andueza

Políticamente, sin presupuestos a la vista y acuciado por su minoría, el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), no atraviesa su mejor momento desde que accedió al cargo hace exactamente dos años y medio. Pero este miércoles, con traje y corbata y junto al escudo clásico de la ciudad, Urtaran ha querido reivindicarse -“contamos con ideas, inversiones, proyectos y recursos”- y dibujar en la sala noble del museo Artium su proyecto de “capital de Euskadi” para 2025. El regidor, que ha estado arropado por el lehendakari, Iñigo Urkullu -que se ha marchado sin terminar el evento-, por la Diputación, por sus socios socialistas y por el subdelegado del Gobierno central pero no por la oposición local, ha prometido repleto de optimismo que Vitoria puede “aspirar a ser la Atenas del norte” y un “referente” en calidad de vida, medio ambiente, cultura, deporte, logística y muchas más áreas. No en vano “ya pertenece al selecto grupo de ciudades” europeas conformado por Oslo, Hamburgo o Copenhague, todas ellas galardonas como 'green capital', y “no hay ciudad con servicios sociales y públicos” como la alavesa. “Todos tenemos que aportar para que Vitoria sea un referente [...]. El futuro empieza ahora”, ha emplazado Urtaran, que ha combinado pasajes en euskara y numerosas expresiones en inglés -“hub”, “lab”, “smart city”- en su discurso en castellano apoyado en un 'powerpoint'.

“No queremos inventar nada, queremos partir de nuestra idiosincrasia”, ha puntualizado Urtaran, que en algunas diapositivas ha mostrado la bandera blanca y roja de la ciudad. Sí ha dicho que es “un momento crucial” en el marco de la “estabilidad y de la recuperación económica” y que la llegada del AVE a Vitoria, prevista para 2023 y que incluirá el soterramiento del actual corredor ferroviario desde Salburua hasta el puente de Castilla, en el centro, abre de par en par un período de oportunidades para dibujar qué quiere ser Vitoria en 2025.

¿El fin del diésel?

La movilidad, “hacia dentro y hacia afuera”, se ha configurado en la primera propuesta de Urtaran, que ha cuantificado en 800 millones las inversiones previstas y que ha agradecido los acuerdos con el Gobierno vasco, con la Diputación y con “Madrid” para el soterramiento y otros proyectos. Además de los nuevos enlaces ferroviarios de alta velocidad, el regidor ha defendido la ampliación del tranvía -también a la Universidad, a pesar de la oposición vecinal y política, que exige una consulta popular-, el autobús eléctrico BEI, la apuesta por una flota híbrida en la flota de Tuvisa e incluso un hipotético fin del diésel en el casco urbano. Ha subrayado como hito que la ciudad dispone de “150 kilómetros” de carriles bici y que el 66% de los desplazamientos internos se hacen o a pie o en bicicleta. Ha aludido finalmente al “despegue” del aeropuerto de Foronda, en pasajeros pero sobre todo en mercancías, extremo que ha agradecido a todas las instituciones excepto a la que es titular de la infraestructura, el Estado.

En materia económica, Urtaran ha remarcado que Vitoria “es una ciudad claramente industrial y exportadora” tradicionalmente. Con 15 millones de metros cuadrados de terreno secundario, el PIB industrial representa el 32% de la economía local y genera el 27% del empleo. De cara al futuro, el alcalde demanda transitar hacia la “industria 4.0” y hacia la formación y especialización. Como proyectos en cartera, ha deseado el impulso de Vitoria y Álava como nudo logístico -ha dicho que ya lo fue en el Imperio Romano y en el siglo XVI- y del polígono VIAP, vinculado al aeropuerto.

“Ni una persona mayor sola”

Pese a que han pasado cinco años ya desde que Vitoria dejara de ser 'green capital', ese marchamo verde continúa siendo una “seña de identidad” de la ciudad. El alcalde ha planteado recuperar la “escala humana” de la trama urbana evitando las expansiones exageradas de suelo -impulsadas durante el mandato de Alfonso Alonso- y apostando por “crecer hacia dentro”, con la regeneración y rehabilitación de los antiguos barrios obreros o “barrios de oro”, Coronación, Zaramaga o Adurza, entre otros. Asimismo, el Ayuntamiento está decidido a ampliar el anillo verde en la zona de Lasarte con un parque (Larragorri) que incluirá un campo de regatas. En la misma línea, ha hecho una apuesta por la “calidad de vida” y por garantizar una ciudad amable con la población mayor, que en 2025 será ya un 30% del total. “Ni una persona mayor sola o aislada”, ha prometido el regidor, quien también ha apelado a la integración porque “uno de cada diez vitorianos es extranjero”.

Ha querido terminar su larga alocución Urtaran apelando al “orgullo de ciudad”. Ha hablado del festival de jazz, del Azkena Rock, del Deportivo Alavés -al que ha prometido “reformar y ampliar” su estadio, como demanda Josean Querejeta-, del Baskonia o del potencial turístico de una capital que puede ser “puerta de entrada a la Rioja Alavesa” y sus vinos.

El acto ha tenido un formato atípico, los múltiples invitados, no sólo institucionales sino también de la economía, la cultura o la vida social vitoriana, han estado divididos en mesas redondas en las que se ha servido café, zumo y bollería. Además, a cada invitado se le ha entregado un pequeño aparato electrónico para participar en una votación final sobre tres propuestas lanzadas por Urtaran. En la primera, se ha dirimido cuál de los ejes presentados debía ser prioritario y el público ha antepuesto el desarrollo económico e industrial a la calidad de vida o al “orgullo de ciudad”. También se ha planteado si Vitoria debe apostar por ser un referente en el desarrollo del vehículo eléctrico -a pesar del fiasco de Hiriko, ahora en los tribunales- y si el Ayuntamiento ha de impulsar la participación social para el desarrollo de su 'hoja de ruta' hacia 2025. Ambas cuestiones han contado con un 90% o más de apoyos entre los asistentes. Se da la circunstancia de que el lehendakari ha excusado su presencia durante esta parte de votaciones y, tras despedirse del anfitrión, ha abandonado el Artium. 

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