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El embudo de las urgencias hospitalarias en Navidad

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

El cierre de camas hospitalarias, preferentemente en las áreas quirúrgicas, durante las vacaciones de Navidad provoca todos los años la saturación de los servicios de urgencias de los hospitales vascos. Estas navidades ha vuelto a ocurrir en momentos y días puntuales. La época de gripe y el agravamiento de la enfermedad de pacientes crónicos (especialmente del aparato respiratorio) se junta con el cierre de camas provocando una especie de 'tormenta perfecta' en los servicios de urgencias. Un embudo que deja pasar a los pacientes con cuentagotas. Y a pesar de que año tras año las escenas de saturación se han sucedido, varias áreas de camas se siguen cerrando.

¿Por qué? “Pues por ahorrar”. Raúl Castillo, celador y delegado sindical de LAB en el Hospital Universitario de Álava, en su sede en Txagorritxu, lo tiene claro. “Si a la epidemia de gripe que se produce por estas fechas le sumas el cierre de camas y la falta de personal tienes como resultado un cóctel muy peligroso. Llevamos cinco años pidiendo más celadores, enfermeros y otra enfermera de noche en urgencias pediátricas. Pero no se ha hecho nada”.

En esta ocasión, el Hospital de Txagorritxu ha tenido que derivar pacientes al de Santiago. “No se mira la efectividad con el paciente. Después de una larga espera en urgencias, una vez que te hacen el triaje y te derivan a donde corresponda, cuando no hay camas no hay más remedio que mandarle a otro centro. Los pacientes lo aguantan todo, pero a nivel asistencial deja mucho que desear. Estas puntas de asistencia a urgencias se pueden prever, pero por la mala gestión y por el ahorro se cierran camas”.

Un compañero de Raúl, también celador en Txagorritxu coincide en que se trata de situaciones precedibles. “Un pico de gripe y el cierre de camas provocan la saturación del servicio y que las urgencias se conviertan en un tapón. Al final, no se consigue dar una explicación convincente al paciente y se dirigen a nosotros para ver si se nos ha olvidado atenderles. Hay gente que opta por marcharse o se van a Santiago. Si se cierran áreas cuando puede haber un pico de atención pues se complica la situación mucho”.

Otra celadora de urgencias insiste en que ese cierre de camas se produce básicamente “por ahorrar”. “Si mandas pacientes a otro centro también se satura. Son situaciones evitables”. En el caso de Txagorritxu, desde el pasado 23 de diciembre hasta el seis de enero se han cerrado camas en al menos cinco áreas: 14 en cirugía general, otras 12 en cirugía vacsular

El fenómeno no es exclusivo, ni mucho menos, de Txagorritxu. El Sindicato de Enfermería de Euskadi (SATSE) y ELA han denunciado “la saturación” de los servicios de urgencias en la mayoría de los hospitales de la red de Osakidetza. Sin embargo, desde el Gobierno vasco se niega que los hospitales se hallan colapsado.

Una enfermera para toda Álava en urgencias pediátricas

Según SATSE, el hospital de Basurto tuvo que instalar el pasado miércoles alar una tercera cama en las habitaciones del pabellón Gandarias. Mientras, en Cruces habló de una “fuerte presión asistencial”. ELA ha ido más allá y asegura que las urgencias de este centro se han encontrado al límite con “enfermos en los pasillos”. Una situación de la que tampoco han escapado hospitales como los de Galdakao y San Eloy. Ambos sindicatos aseguran que las “medidas de ahorro” de Osakidetza han empujado a esta situación.

Los problemas no se circusncriben a los servicios de urgencia de los hospitales, donde generalmente acuden los adultos. También hay complicaciones en las urgencias pediátricas. En Álava solo hay una enfermera en el turno de noche para atender este servicio en todo el territorio de Álava. “La falta de personal”, explica una enfermera, “puede provocar alguna situación grave. Llevamos mucho tiempo reclamando más personal para este turno porque solo hay una enfermera y una auxiliar. Cuando viene un niño, lo normal es que le atiendan entre las dos, pero si acuden más niños ¿qué pasa? ¿Se les puede ofrecer un servicio de buena calidad?”, se interroga.

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