El turismo experimental, una forma lúdica de conocer las ciudades
Es época de vacaciones, algunas ciudades se llenan de visitantes que, mapa en mano, se disponen conococer los lugares más importantes de cada urbe. Pero existen otras formas de hacer turismo, de indagar, explorar y descubrir estas mismas ciudades, una propuesta abierta también a sus propios habitantes, para que se vuelvan también turistas y vean su ciudad desde otro prisma. Es lo que se llama turismo experimental, una variedad que se mezcla con el arte para acercarse de una manera lúdica al paisaje, lo que denominan “una deriva de la ciudad como campo de juego”.
La artista francesa Anne-Laure Boyer es una de las divulgadoras de esta modalidad y la pasada semana se acercó a San Sebastián para ofrecer un taller en el qué explicó las características del turismo experimental y las claves para la búsqueda de nuevas formas de explorar y conocer los lugares que se transforman así en espacios de experimentación y juego. “Ser trata de otras maneras de disfrutar del entorno”, explica la artista en una entrevista que concedió a los organizadores de la jornada.
Anne-Laure Boyer, turismo esperimentaleko lantegia from Tabakalera on Vimeo.
El taller organizado por Tabakalera, animaba a “exploradores de todo tipo”: jubilados, artistas, aficionados a la fotografía o el bricolaje... es decir, “personas con ganas de jugar y experimentar”, y para ello se les invita a acudir con cualquier material que consideren interesante, “zapatos cómodos, mapas antiguos, guías obsoletas, brújulas, cámaras fotográficas, catalejos, grabadoras de audio, material de dibujo...”, lo importante es tener ganas de explorar.
Los asistentes aprendieron como esta nueva aproximación del turismo nace de movimientos del arte contemporáneo como el situacionismo de los años sesenta o del Laboratorio de Turismo Experimental (Latourex), una idea popularizada por la editorial Lonely Planet en su 'Guide of experimental travel' publicada en 2005. 'Latourex' ofrece opciones tan variadas a la hora de ser un turista experimental como el 'Abecedeturismo': visitar una ciudad de la A a la Z, desde la primera calle hasta la última por orden alfabético; o trazar una línea entre dos calles y caminar a lo largo de esta línea siguiendo el entramado callejero. Otra opción es el 'Turismo encadenado', que no es otra cosa que recorrer una serie de topónimos que forman una cadena donde la última sílaba coincide con la primera del siguiente. Y así hasta más de 30 modalidades -algunas verdaderamente curiosas- para reinventar el turismo.
