Feijóo rechaza la reforma constitucional: “Enamorar a quien quiere divorciarse es ingenuo y una pérdida de tiempo”

En una entrevista con RNE, recogida por Europa Press, preguntado por la situación de Cataluña tras la resolución independentista, Feijóo ha reiterado que no solo supone “un golpe a la Constitución y a la democracia”, sino también “al Estado de las Autonomías”, por lo que ha hecho “un llamamiento a la responsabilidad de cualquier demócrata”.

No en vano, ha subrayado que Mas tiene “las mismas competencias” que él y sabe también “igual” que él que se está acometiendo “un golpe al Estado de las Autonomías” y que “lo único que hace es poner en riesgo el autogobierno de Cataluña” con una “huida hacia delante” que supone “un disparate histórico”.

Al hilo de ello, ha incidido en que el Parlament “no es capaz de proponer al presidente de la Generalitat, pero sí proclama una república”. “Los catalanes no se merecen esta situación y Mas ya está en la Historia como un presidente autonómico irresponsable”, ha advertido, para añadir que “debería rectificar” tras la “advertencia” del TC y detener esta “sinrazón”.

“Si son valientes darán un paso atrás porque la valentía en este caso consiste en aceptar las resoluciones de los tribunales, si son cobardes y se dejan llevar por el qué dirán y la crítica fácil seguirán en el desvarío y en la esquizofrenia política”, ha subrayado y ha añadido que Cataluña ha pasado de ser un ejemplo en facilitar la “gobernabilidad” de España a ser “modelo de lo que no hay que hacer”.

ARTÍCULO 155

Sobre la posibilidad de aplicar el artículo 155, ha reiterado que todos los artículos de la Constitución y también éste están “vigentes”, antes de advertir que un Parlamento que se “sale” de la ley convierte “una democracia en tiranía”, por lo que es preciso actuar.

Así, sobre las soluciones a adoptar, ha apelado a dejar actuar al presidente del Gobierno, al Consejo de Estado y al TC para que “manejen los mandos del Estado de Derecho en España”, pero se ha reafirmado en que el 155 “está vigente”.

Igualmente, aunque ha destacado que no es “letrado” de las Cortes, entiende que una Diputación Permanente tiene “competencias” cuando la Cámara está disuelta para “dictaminar” sobre las cuestiones que “lleguen a su mesa”.

“ENAMORAR” A QUIEN QUIERE “DIVORCIARSE”

Además, ha vuelto a rechazar impulsar ahora una reforma constitucional para tratar de frenar el desafío soberanista porque “no hay necesidad de ella” y sería “un grave error”.

“Cuando una parte del Estado está amenazando al conjunto, lo que no puede es reaccionar el Estado admitiendo que hemos de enamorar a los independentistas catalanes. Enamorar a un señor que lo que quiere es divorciarse es, además de un pérdida de tiempo, de una ingenuidad enorme”, ha esgrimido.

El presidente gallego ha agregado que, además de “ingenuo”, le parece “injusto” para el resto de ciudadanos que “cumplen” las leyes y “pagan” los impuestos con la seguridad de que, si no lo hacen, tendrán que enfrentarse a un procedimiento judicial y a una “pena” o “inhabilitación”.

Así, se ha reafirmado en que para los populares reformar la Carta Magna no es “una prioridad”, por lo que no lo incorporará a su programa electora. En todo caso, ha matizado que, después de las elecciones del 20 de diciembre, estarán dispuestos a escuchar la “agenda y contenidos” que otros partidos planteen al respecto.

Eso sí, ha asegurado tener la “sensación” de que, si la reforma pasa por introducir el derecho a la autodeterminación, su partido dirá que “no”. En cuanto a la propuesta del PSOE, ha manifestado su interés en conocerla, si bien sospecha que es “un planteamiento oportunista y no de fondo”. “El PSOE estuvo 22 años gobernando España; fíjese si pudo hacer propuestas de reforma constitucional y no hizo ninguna”, argumentó.

NUEVO MODELO DE FINANCIACIÓN

En el próximo mandato, ha insistido también en que habría que revisar el actual modelo de financiación, ya que el actual es el “impuesto por el tripartito catalán” al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en su última legislatura.

“Hay que hablar de cómo ingresamos y de cómo gastamos”, esgrimió, convencido de que el nuevo sistema debe aplicar “la lógica” y ser “el modelo de las personas, no de los territorios”, para que el “coste efectivo de servicios esté financiado”.