Imbroda reclama la reforma del Senado ante el auge del “hipernacionalismo”

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, sostiene que acometer ahora la reforma del Senado -cámara en la que preside la Comisión General de Comunidades Autónomas- podría servir para que las nacionalidades y autonomías se sientan “mucho más representadas” y hacer frente al “hipernacionalismo”.

Imbroda, en una entrevista con Efe, opina que, ante el auge del nacionalismo, quizá “no sería malo volver los ojos al Senado”, cuya reforma sería “una de las cartas a poner encima de la mesa para hablar del futuro”.

Admite que se trata de una reforma “muy difícil”, pero insiste en que “hay que hacerla” y que, como se planteó en su momento, la Comisión General de las comunidades autónomas sea el “embrión” de lo que debe ser la Cámara alta.

Ese es uno de los posibles cambios en la Constitución que defiende el presidente de Melilla, quien sostiene que “el diálogo siempre es bueno y debe ser permanente”, pero advierte de la dificultad que conlleva en el caso catalán, cuando el presidente de la Generalitat, Artur Mas, lo que dice es: “denme las bendiciones legales suficientes para que yo me vaya de España”.

“Si ese es el diálogo, pues ya se ha acabado”, concluye Imbroda, quien se pregunta si los nacionalistas catalanes “tienen algo que dialogar, alguna postura que ofrecer, algo por el cual uno se pueda sentar y pensar en un futuro en común”.

De lo contrario, apunta, lo que existe es “una pared”, porque “no se puede dialogar con el que solamente quiere la conquista de algo para él y hacer daño a los demás”.

A juicio de Imbroda, si existe “algún punto de encuentro por pequeño que sea con el resto de España”, habrá diálogo, pero, de lo contrario, no sabe “qué vamos a dialogar”.

En el caso de Melilla, sostiene que lo que existe no es nacionalismo, sino “un españolismo melillense”, como en su opinión ocurre en buena parte de España salvo “en algunos casos puntuales, en los que existen ciertas derivas que no tendrían que haberse producido nunca y que muchas veces tapan más miserias humanas que realmente grandes planteamientos políticos de futuro”.