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Oasis bien vale un concierto de Beady Eye

Oasis bien vale un concierto de Beady Eye

EFE

Madrid —

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Ni con cuatro de los cinco miembros de la extinta Oasis consigue Beady Eye ponerse a la altura de aquella banda imprescindible de los 90 más que cuando evocan precisamente sus éxitos, un reclamo poderoso del que se sirven en la actual gira, que esta noche ha pasado por Madrid.

La excusa era la presentación de “Be” (2013), segundo disco tras “Different gear, still speeding” (2011), pero la ovación que estalla cuando Liam Gallagher salta al escenario, como hoy en La Riviera, no es para el líder de esta rebautizada formación musical, sino para la voz asociada a clásicos como “Morning glory” o “Wonderwall”.

La prueba es que, nada más sonar este tema en su concierto madrileño, los 1.500 asistentes han pasado de cierto estado de aquiescencia musical a un auténtico estallido de júbilo, al revivir una pieza fundamental de la historia reciente del pop a manos de sus intérpretes originales.

No se andan con disfraces desde la promotora. Su anuncio del evento decía así: “Los fans de Beady Eye y Oasis están de enhorabuena y no pueden faltar a esta cita, ya que la banda está tocando en directo varias canciones ('Whats The Story Morning Glory', 'Rock And Roll Star', etc) de la mítica banda de Manchester junto a alguna sorpresa más”.

Distinta fue la anterior visita a Madrid en marzo de 2011, también en La Riviera, cuando se ciñeron al repertorio de “Different gear, still speeding”. Entonces estaba aún demasiado cerca el día en que Noel Gallagher plantó al resto de Oasis y éstos decidieron emprender una nueva aventura conjunta sin el autor de los mayores éxitos del grupo.

Dos discos van ya de Beady Eye y, aunque ambos entraron entre los cinco primeros álbumes en ventas de Reino Unido, quedaban muy lejos de los registros previos, con críticas más bien destempladas tanto de la crítica como del público.

Quién sabe si por eso o porque el tiempo pone todo en su sitio, en febrero de 2012 Liam Gallagher anunció que Beady Eye tocaría canciones de Oasis y así, tras su paso este verano por el Festival Internacional de Benicàssim (FIB), hoy se han plantado en la capital española, un día antes de su concierto barcelonés.

En poco más de una hora de música, Gallagher, los guitarristas Gem Archer y Andy Bell y el baterista Chris Sharrock han despachado canciones de sus dos discos, una versión de The Rolling Stones y, cómo no, un par de temas de su pasado más célebre: el mencionado “Wonderwall” y “Cigarettes & Alcohol”.

Tras la intervención de los nacionales Mucho como teloneros, las estrellas de la jornada se han plantado sobre el escenario con celosa puntualidad británica, aunque Gallagher apareciese aferrado a una camiseta de la selección española de fútbol, que terminaría utilizando para enjugarse el sudor.

Como viene siendo habitual en toda su gira, que acaba de llegar a Europa procedente de Australia, “Flick of the Finger”, el primer corte de “Be”, ha sido también el primer tema de la velada.

Hasta la primera media hora, momento en el que cientos de móviles ocultos hasta entonces han emergido súbitamente para inmortalizar “Wonderwall”, Beady Eye ha alternado sus canciones más recientes, como “Four Letter Word” y su arranque exhuberante o la más lánguida y monótona “Soul love”, entre gritos de “Liam, Liam, Liam”.

El vocalista se ha cortado el pelo “mod” y ahora viste elegantes casacas -quizás de su marca, Preyy Green-, pero sigue interpretando de aquella manera tan personal, a saber, los brazos tras la espalda, el torso inclinado hacia adelante y el cuello estirado, con la boca completamente apoyada en el micro, rasgando las vocales finales con el encono que le hicieron también famoso fuera de los escenarios.

“Shine a light”, “The world's not set in stone” o “I'm just saying” demuestran que Beady Eye no compone malas canciones al más puro estilo del rock británico, pero, por alguna razón, son incapaces de atravesar el corazón de su público, que anda en su mayoría por encima de los 30 años.

Destaca por contraste la doliente guitarra americanizada de “Soon come tomorrow”, pero alcanzan la mayor aprobación cuando acometen clásicos como “Cigarettes & Alcohol” o piezas nuevas como “The roller”, su single de mayor éxito hasta el momento y también el más cercano a los viejos estándares de Oasis.

Con ellos ha arrancado la mejor parte del recital, la más aplaudida fuera de los “hits”, en la que suenan las bombásticas e incendiarias “Bring the light” y “Wigwam”, con su insistente “I'm coming up” final, así como una versión de “Gimme shelter” de los Stones, con la que ha llegado el punto final.

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