El PP suspende de militancia a Rafael Blasco y le expulsa del grupo parlamentario

Ha necesitado casi tres semanas, pero Alberto Fabra se ha decidido finalmente a expulsar al exconseller y diputado del PP Valenciano Rafael Blasco del grupo popular en les Corts. Sin embargo, la expulsión de Blasco, imputado en el 'caso cooperación', no ha estado motivada por el hecho de que la Abogacía de la Generalitat solicitara para él 11 años de cárcel por expoliar fondos públicos destinados a la cooperación, sino por su abierto desafío a la dirección del partido en Valencia.

El PP de la Comunitat Valenciana ha anunciado este mediodía la decisión de su Comité de Derechos y Garantías de suspender de forma cautelar la militancia de Blasco e inhabilitarle para desempeñar cargos públicos en el seno del partido o en representación de éste. La sanción a Blasco, que tiene como consecuencia inmediata su baja del grupo popular en les Corts para pasar a ser un diputado no adscrito, está motivada, según el comunicado del partido, por “la comisión de infracciones tipificadas como graves y muy graves”.

Esas faltas tienen que ver con la participación esta semana de Blasco en un programa de 13tv en el que denunciaba presiones a la Abogacía de la Generalitat para solicitar 11 años de prisión contra él por su papel en el 'caso cooperación'. Unas presiones que solo podrían haberse producido desde su propio partido. A pesar de ello, el exconseller reiteraba su confianza en que no sería expulsado del grupo parlamentario.

Este jueves, tras conocer las palabras de Blasco, el presidente de la Generalitat y del PP de Valencia, Alberto Fabra, adelantó que la formación estudiaría si las declaraciones del exconseller merecían algún tipo de sanción. Hasta ese momento, Fabra había mantenido que debían cumplirse dos condiciones para que Blasco dejara el grupo parlamentario: la primera, el informe ya emitido de la Abogacía de la Generalitat; y la segunda, la posible apertura de juicio oral.

Blasco, un peligro para Fabra

Blasco, un verdadero animal político, es el único dirigente valenciano que presume de haber sido consejero en todos los gobiernos de la Generalitat (con el socialista Joan Lerma, primero, y luego con los populares Eduardo Zaplana, Francisco Camps y Fabra). Tras su expulsión del PSOE, el exconseller se incorporó a las filas del Partido Popular del que ha sido uno de sus hombres fuertes en Valencia.

Antes del 'caso cooperación', el nombre de Blasco había aparecido directa o indirectamente relacionado con lucrosas concesiones de ITV, adjudicaciones millonarias de servicios de atención telefónica o la concesión de la gestión de residencias de la tercera edad de carácter público a empresas supuestamente amigas. Según la Policía, es el supuesto líder de una trama que podría haber robado hasta 8 millones de euros de fondos que debían invertirse en proyectos solidarios.

La apuesta de Fabra por someter la expulsión de Blasco a la Comisión de Derechos y Garantías evita que la decisión recaiga sobre el propio grupo parlamentario del que forman parte otros nueve imputados. Tras conocerse la decisión de la Abogacía, el exconseller retaba al presidente de la Generalitat afirmando que no pensaba abandonar el escaño “por responsabilidad con los votantes”. “No le causaré ningún problema a mi partido”, añadía. Su expulsión del grupo parlamentario podría abrir ahora la caja de los truenos.