El Parlamento maldivo prolonga por 30 días más el estado de emergencia

El Parlamento maldivo aprobó hoy la extensión por otros 30 días del estado de emergencia declarado hace dos semanas, en una controvertida decisión adoptada sin contar con el quórum mínimo de 43 diputados requeridos para tomar la decisión.

De acuerdo con la Constitución maldiva, los asuntos que requieren “conformidad pública” deben debatirse en el Legislativo en presencia de al menos la mitad de los diputados (43), pero no se llegó a ese mínimo por el boicot de la oposición a la sesión, explicó a Efe la parlamentaria del opositor Partido Democrático Maldivo (MDP) Eva Abdulla.

El presidente del Legislativo, Abdulla Maseeh, declaró unilateralmente que la extensión del estado de emergencia no requería la presencia de la mitad de los diputados, según informaron medios locales.

Según la parlamentaria, el presidente invocó “las normas del Parlamento por encima de la Constitución”, lo que en su opinión constituye una prolongación “ilegal” e “inconstitucional” del estado de excepción.

El Parlamento aprobó la prórroga del estado de emergencia después de que ayer no pudiera dar luz verde a esta medida por no contar con los 43 diputados.

Maldivas se encuentra sumido en un profunda crisis política e institucional después de que el 1 de febrero el Tribunal Supremo ordenara la anulación de las sentencias contra nueve opositores y la reposición en sus cargos de doce diputados de la oposición.

El presidente, Abdulla Yameen, decidió no acatar la sentencia y el día 5 declaró el estado de emergencia.

Ese mismo día fueron detenidos el presidente del Tribunal Supremo, Abdulla Saeed, y un magistrado de esa corte, así como el exdictador Maumoon Abdul Gayoom.

El presidente justificó la declaración de la emergencia asegurando que el Supremo y Gayoom habían orquestado un golpe de Estado para derrocarlo.

El archipiélago vive tensiones políticas desde que en 2012 una grave crisis política, con denuncias de golpe de Estado incluidas, desembocara en la salida del poder del expresidente Mohamed Nasheed, quien se vio forzado a renunciar en medio de un motín policial tras haber ordenado el arresto de un magistrado.