El Teléfono de la Esperanza suena más en Navidad

La soledad y la tristeza que sienten algunas personas en Navidad, “angustiadas” por no tener con quién reunirse para celebrar estas fiestas, hace que el número de llamadas que recibe el Teléfono de la Esperanza de Madrid en esta época del año aumente entre un 20 y un 25 %.

Aunque las tres líneas del Teléfono de la Esperanza de Madrid (914590050) están operativas las 24 horas del día todos los días del año, cuando se acerca la Navidad suenan con más frecuencia.

En general, llaman personas que acusan la falta de compañía, el aislamiento y la incomunicación, pero también hay casos de gente que se angustia por no saber cómo va a celebrar estos días o por sentirse obligada a tener que “estar feliz”.

“No pueden cumplir con ese rol social que marcan las fiestas y se sienten en desventaja, separadas, aisladas del resto de la sociedad”, comenta a Efe el presidente del Teléfono de la Esperanza de Madrid, Eladio Morales.

Esta ONG madrileña, integrada en la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza, lleva algo más de 40 años atendiendo a personas que atraviesan situaciones conflictivas y se sienten incapaces de gestionarlas.

En 2012 recibió 12.432 llamadas, principalmente de mujeres solteras de más de 45 años, un perfil que se corresponde con el de las personas que buscan escucha y consuelo por este medio en las fiestas navideñas.

Para vencer la soledad y la incomunicación, los voluntarios que atienden este servicio animan a los usuarios a pasar a la acción y a esforzarse en encontrar soluciones haciendo uso de la imaginación.

Entre ellos hay 63 orientadores que reciben un curso de formación de nueve meses de duración, pero también 23 especialistas, como psicólogos, psiquiatras y abogados, que están disponibles para echar una mano de forma gratuita.

“Les aconsejamos que dejen de quejarse, que busquen compañía”, dice Morales, psicólogo clínico de profesión, que además de presidir la ONG colabora activamente como voluntario.

Además de la intervención directa en crisis, el Teléfono de la Esperanza de Madrid imparte cursos, seminarios y talleres con los que promociona la “salud emocional”, algunos de ellos centrados en la soledad, como el relacionado con la autonomía afectiva.

En este curso, dirigido a “personas que creen necesitar siempre a otra persona para ser felices”, enseñan a descubrir la magnitud de la dependencia afectiva y ver en que tipo de relaciones se manifiesta.

El incremento en el número de llamadas que recibe el Teléfono de la Esperanza de Madrid en Navidad se suma al que desde hace un par de años esta organización ha experimentado con la crisis económica, la causa que está detrás de dos de cada tres llamadas.

En este caso, los afectados son personas que están en paro prolongado que, aunque tengan recursos económicos para mantenerse, sufren por haber recibido “un duro golpe en su autoestima y su estabilidad emocional”.

También hay gente a la que le influye la crisis económica aún teniendo trabajo, por el temor a ser despedida, y que puede manifestar igualmente “altos niveles” de estés, ansiedad, depresión, tristeza e insomnio, según explica Morales.

“La pérdida de trabajo es demoledora para la salud mental y física de las personas”, señala.

La primera premisa en la labor de los orientadores que atienden el Teléfono de la Esperanza de Madrid es la escucha, con la que tratan de entender y acompañar a las personas que se encuentran en una situación crítica.

“Esto ya alivia”, indica Morales.

A continuación, si detectan que el problema se podría resolver de forma más adecuada con una atención presencial, derivan los casos a alguno de los especialistas que colaboran con el Teléfono de la Esperanza de Madrid.

Si no, continúan con la llamada con la intención de conseguir que la persona afectada “desempolve sus propios recursos” para conseguir, entre otras cosas, una mayor autoestima o una actitud positiva ante los fracasos.

“Uno es más grande que el problema que presenta”, subraya Morales.