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Xosé Lois González: “El humor es un canal de comunicación amable y accesible”

Xosé Lois González: "El humor es un canal de comunicación amable y accesible"

EFE

Ourense —

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Hace ya más de 30 años que el reconocido humorista gráfico Xosé Lois González (Ourense, 1949) creó el personaje de “O Carrabouxo”, un paisano gallego espigado, fiel a la boina que le tapa los ojos, a su cigarro y al idioma propio de Galicia.

Durante estas tres décadas, O Carrabouxo se ha convertido en uno de los cronistas orensanos más popular y leído a través de las viñetas que protagoniza y que se publican en el diario La Región, siempre fiel a una actualidad que adereza con ironía. Y es que “el humor es un canal de comunicación amable y accesible”, además de “clandestino y disimulado”, explica González en una entrevista a EFE.

En Galicia “siempre tuvo mucho éxito el humor gráfico, desde Castelao que fue antes famoso como humorista que como político”, abunda. De esta manera, aunque la “retranca” produce “unos efectos comunicativos muy importantes, los poderes públicos no la consideran agresiva”.

En este sentido, y volviendo la vista atrás, recuerda cómo “durante el franquismo ya hubo medios de comunicación que decían cosas muy importantes pero con el lenguaje del humor”.

A día de hoy esta fórmula continúa siendo útil en un panorama en el que “todos los medios de comunicación tienen una línea editorial que los condicionas”, lo que se traduce en que “ningún medio sería capaz de publicar una información que fuese visceralmente enemiga de sus intereses tanto económicos como ideológicos”, señala.

Considera también que “el mejor mecanismos para comunicar es utilizar la cultura del país, tanto lingüística como a nivel estético”. Se hace así necesario meterse en “la cultura y en el alma de aquellos con los que quieres comunicarte”.

Pero la sociedad cambia, así como la forma de ver el mundo, por eso “el personaje se fue adaptando, tanto temáticamente como en el lenguaje, los estudiosos ven esa evolución”. El contenido y la forma de expresarse se han transformado “porque yo también voy cambiando”.

Antes de crear O Carrabouxo, González ya dibujaba semanalmente en A Nosa Terra y también había hecho “dibujos clandestinos” durante la transición y el franquismo, pero “tenía ganas de publicar a diario y surgió la oportunidad en La Región.

Lo primero que presentó fue un folio lleno de dibujos de O Carrabouxo. La idea inicial era darle un plazo de dos meses de prueba, sin embargo “al mes ya le dijeron que esto estaba pegando y que tenía que continuar, hasta hoy”.

Con el paso del tiempo el personaje orensano por excelencia, que hasta cuenta con una estatua en el céntrico Parque de San Lázaro, ha combinado tradición y modernidad.

Su propio nombre, que se refiere a “las bolas que crecen en los robles”, una palabra que al autor le gusta por “comenzar fuerte y terminar suave”, responde a algo tan “típico en Galicia como apodar a las personas con todo lo contrario a lo que son”, en este caso de los “carrabouxos” redondeados a la figura espigada del personaje.

Mientras los contenidos se adaptan a los tiempos, el proceso de creación “severo y metódico” continúa haciéndose prácticamente igual que hace 30 años. El dibujante describe su rutina: “Me pongo sobre ocho y media de la tarde y hecho un par de horas pensando y sacando apuntes de la prensa para luego tratar de sacarles punta”.

También continúa pintando con rotulador “es muy cómodo, muy de Forges, de dibujantes de muy poca complicación”, respetando mucho la perspectiva, “debe ser porque fui profesor de dibujo industrial”.

Sin embargo, las tecnologías han facilitado parte del trabajo. Comenzó llevando todos los días en una carpetita sus dibujos, para pasar por el fax hasta el correo electrónico. Incluso “utilizo Photoshop para escanear las viñetas o hacer pequeños retoques”.

A través de su carácter “gallegocéntrico, todo lo ve desde Galicia, analiza el mundo desde aquí”, algo que Xose Lois “desearía que se trasladase a todos los gallegos, ver el mundo desde nosotros, ser internacionalistas pero partiendo de nuestra cultura y utilizándola para llegar al mundo entero”.

O Carrabouxo tiene como tema recurrente la política gallega. “La política es el todo, hasta el que dice que es apolítico está haciendo política”. Por eso cree que “a la sociedad le interesa la política, bien condimentada y con sinceridad”.

Sobre la situación actual, apunta durante la conversación que “los políticos son corruptos porque la sociedad es corrupta”.

Y del presente al futuro, Xosé Lois González opina que los medios de comunicación “se van a aglutinar en una serie de manos multinacionales” y que, “a nivel técnico, las comunicaciones son cada vez más impresionantes”.

Con todo, la gran cantidad de soportes y tecnologías necesitan llenarse de “contenidos interesantes” y “una calidad de la comunicación, que sea veraz y que no haya manipulación”, ya que una cosa “son datos y otra la información”.

Independientemente de los cambios que se puedan afrontar, el padre de O Carrabouxo espera continuar “ojalá otros 30 años más” con su ironía, sus juegos de palabras y su humor crítico “porque si no lo es no hace gracia”. No hay nada que le haga más feliz que una carcajada con un chiste suyo.

O Carrabouxo seguirá poniendo el acento en la actualidad con su físico espigado (2,70 metros mediría, teniendo en cuenta la proporción con el resto de personajes, que nunca son los mismos) y su cigarro, que pese a las propuestas de que deje de fumar se mantendrá. “Siempre digo que no fuma, que el cigarro está apagado, y quitárselo sería como quitarle la espada al Cid Campeador”.

Alba Chao

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