La avería en el avión del rey ya es la quinta en la flota oficial en los últimos meses

La avería sufrida por el avión en el que el rey se encuentra de viaje en Kuwait es la quinta sufrida en los últimos meses por las aeronaves destinadas al transporte de las principales autoridades del Estado.

Juan Carlos de Borbón se ha desplazado a Emiratos Árabes Unidos y Kuwait en un Airbus A-310 de la Fuerza Aérea Española que ha sufrido un fallo en la transmisión que abre y cierra la válvula de entrada de combustible en el motor izquierdo.

Esa avería, aparentemente ya reparada, va a retrasar el regreso del monarca a España, previsto para hoy mismo, ya que este noche debe presidir la final de la Copa del Rey de fútbol que disputan el Real Madrid y el Barcelona en Valencia.

La avería anterior ocurrió el pasado 22 de marzo en el A-310 en el que la reina regresaba de un viaje de cooperación en Guatemala y tras hacer una escala en la República Dominicana.

En esa ocasión, la anomalía en la reversa de uno de los motores (un sistema de ayuda al frenado durante el aterrizaje) obligó al piloto a abortar el despegue cuando el aparato ya estaba en pista y alcanzaba velocidad para dejar el aeropuerto de Santo Domingo.

De las tres averías anteriores, dos ocurrieron también en los A-310 de la Fuerza Aérea Española.

En noviembre del año pasado el príncipe de Asturias no pudo despegar de Torrejón a Brasil y el pasado mes de enero se registró otro fallo en una escala de Felipe de Borbón en Santo Domingo cuando se dirigía a Honduras.

Además, el 7 de marzo hubo otro fallo en el avión Falcon en el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debía regresar de Dublín.

Después de la avería sufrida por el avión de la reina el pasado 22 de marzo, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, convocó una reunión con el secretario de Estado Defensa, Pedro Argüelles, y con el jefe del Estado Mayor del Aire, Francisco Javier García Arnaiz para analizar la situación de la flota destinada al transporte de autoridades y compuesta por dos Airbus A-310 y cinco Falcon.

Tras esa reunión, Morenés encargó un plan de renovación de la flota de transporte estratégico del Ejército del Aire teniendo en cuenta las necesidades para el transporte de personal militar y de material y, en segundo término, el uso de estos aviones por parte de las autoridades del Estado.

Morenés dio también instrucciones al secretario de Estado para que se volvieran a revisar los procedimientos de mantenimiento que lleva a cabo la empresa actualmente responsable del mismo y para que buscara los apoyos necesarios para reforzar los procesos que actualmente se llevan a cabo.

Además, pidió al jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire que revisara los procedimientos de mantenimiento que, independientemente de los que realiza la empresa adjudicataria, lleva a cabo el propio Ejército del Aire.