Las elecciones en Burundi no fueron libres ni creíbles, según expertos de la ONU

Las elecciones presidenciales celebradas en Burundi el pasado día 21 se llevaron a cabo en una situación “no propicia para un proceso electoral inclusivo, libre y creíble”, según dictaminó hoy la misión de observación desplegada por la ONU para supervisar los comicios.

En sus conclusiones preliminares, los observadores señalan que aunque las votaciones se desarrollaron de forma “relativamente pacífica” y de forma “adecuada”, la situación general no era la adecuada.

Entre otras cosas, la misión destaca el ambiente de “profunda desconfianza” entre los partidos políticos y subraya que las libertades de expresión, asamblea y asociación continúan “gravemente” restringidas, explicó un portavoz de Naciones Unidas en la sede de Nueva York.

Los expertos, que dieron a conocer su análisis en Buyumbura, recuerdan que esas libertades son “condiciones esenciales para el ejercicio efectivo del derecho al voto”.

El pasado viernes, el Gobierno de Estados Unidos también consideró que las elecciones en las que fue reelegido el actual presidente Pierre Nkurunziza no fueron un proceso “creíble ni legítimo”.

Los comicios se celebraron a pesar de que la comunidad internacional, incluida la propia ONU, insistió a Burundi para que los retrasase, dada la oleada de violencia desatada después de que Nkurunziza anunciase su candidatura a la reelección en contra de lo que establece la Constitución, que fija en dos el límite de mandatos presidenciales.

Las revueltas populares en el país, que comenzaron a finales de abril, han costado la vida de más de 80 personas, y a mediados del pasado mes de mayo se produjo un intento de golpe de estado.

Más de 160.000 personas han huido de Burundi por miedo a la represión política y han buscado refugio en Ruanda, Tanzania y la República Democrática del Congo, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).