El líder rebelde sirio se reúne con el viceministro israelí en la Kneset

El líder de la oposición rebelde siria, Kamal Al-Labwani, se reunió hoy en el Parlamento de Israel (Kneset) con el viceministro israelí de Cooperación Regional, Ayoub Kara, con quien analizó un plan para rebajar la violencia en Siria.

Al-Labwani presentó una iniciativa destinada a controlar la violencia cerca de la aldea drusa de Hader, próxima a la frontera israelí y los Altos del Golán, como programa piloto para lograr la calma en otros puntos de Siria, según informó hoy la edición electrónica del diario “The Jerusalem Post”.

El político opositor sirio añadió que su plan podría ayudar a “impedir la guerra mundial que se avecina” y solicitó a Israel que abra su frontera para permitir la entrada de ayuda humanitaria.

Siria se encuentra técnicamente en estado de guerra con Israel y mantiene con él un contencioso, especialmente tras la ocupación en 1967 de la Meseta del Golán.

Al-Labwani se encuentra actualmente de gira por varios países de la región, incluidos Catar, Arabia Saudí y Jordania, así como otros que considera que tienen capacidad de influir para que Rusia logre poner fin al conflicto armado que desangra el país desde 2011, especialmente en la zona de Hader.

En ese hipotético escenario, Al-Labwani cree que Moscú sería capaz de forzar a Irán y a la milicia chií libanesa Hizbulá a que dejen de combatir en Siria.

El dirigente sirio tenía previsto participar en una conferencia que se inaugura esta noche en Jerusalén, de los Presidentes de las Principales Organizaciones Judías (Norte)Americanas, con el fin de buscar apoyos e influencia en la política de EEUU hacia su plan.

Tras el encuentro celebrado hoy en la Kneset, el viceministro Kara dijo que todos los intentos para paliar la crisis humanitaria de los refugiados han fracasado y que era necesario adoptar el plan de Al-Labawni para socorrer a los refugiados dentro de Siria.

El líder opositor sirio tenía previsto pedir a Israel colaboración en el establecimiento de hospitales de campaña dentro del territorio sirio con el objetivo de que los heridos en la zona de la frontera no tuvieran que ser atendidos en Israel, donde en los cuatro años han sido tratados centenares.