Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

La supuesta fortaleza de los talibanes abre signos de interrogación

La supuesta fortaleza de los talibanes abre signos de interrogación

EFE

Kabul —

0

La noticia en 2015 de la muerte del mulá Omar, fundador y líber absoluto de los talibanes, inició un proceso de fractura interna en el grupo que, sin embargo, no se ha reflejado en el campo de batalla, una resistencia que provoca muchas preguntas en Afganistán.

El Gobierno afgano anunció en julio de 2015 que el mulá Omar había muerto dos años antes en Pakistán. La noticia, confirmada por los talibanes, cayó como una bomba y destruyó un incipiente proceso de conversaciones entre el Ejecutivo afgano y los insurgentes.

Como sucesor de Omar se nombró al mulá Akhtar Mansur, que ya ejercía como líder en la sombra, pero varios comandantes rechazaron su liderazgo dando inicio a un proceso de fragmentación que se agravó tras la muerte de Mansur en un ataque con dron, de nuevo en Pakistán, en mayo de 2016.

Algunos grupos decidieron unirse al Estado Islámico afgano (EI-Khorasan) que irrumpió en 2015 y otros seguir como talibanes disidentes, como el Mahaz-i-Fedai, liderado por el mulá Dadullah (activo en la provincia de Zabul), o el grupo encabezado por el mulá Rasul (activo en Helmand, Uruzgan, Farah, Herat y otras provincias).

Estos últimos mantienen desde hace dos años una guerra interna contra el principal grupo talibán, ahora liderado por el mulá Haibatullah, que ha dejado cientos de muyahidines muertos y que parece haber entrado en una nueva etapa de violencia.

Hace doce días, el grupo de Haibatullah realizó un ataque suicida con un coche bomba contra seguidores del mulá Rasul en Helmand (sur).

De por sí un atentado entre talibanes es poco común, a lo que se suma la respuesta del mulá Rasul con la misma moneda apenas unas horas después. Eso marca una escalada del conflicto sin precedentes.

Para algunos analistas es claro que Haibatullah, un clérigo sin experiencia militar, no ha sido capaz de reconciliar a los diferentes grupos.

Las fuerzas de seguridad afganas creen que en este momento la red Haqqani, una facción que Kabul y Washington han ligado con los servicios de inteligencia paquistaníes, es la que dirige las operaciones militares y se está haciendo con el control interno de los talibanes.

“Los talibanes están hoy más débiles que hace un año, han perdido su liderazgo conjunto y están divididos”, indicó a Efe el analista político Muhammad Natiqi, que tomó parte en la primera reunión entre Gobierno y talibanes para dialogar sobre la paz en 2015 en Pakistán.

Sin embargo, pese a esos problemas internos, los resultados en el campo de batalla distan de ser los de un enemigo herido.

Los talibanes han ido restando control al Estado desde que la OTAN finalizó su misión de combate en 2015 y ahora el Gobierno controla apenas el 57% de su territorio, según el Inspector Especial General para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de EEUU.

“Esto hace preguntarnos: ¿quién está liderando la maquinaria de guerra de los talibanes?”, cuestionó Natiqi.

Para algunos, la razón para el éxito militar talibán no hay que buscarla más allá de la retirada de las tropas de la OTAN, las disputas internas en el Gobierno afgano, la reducción de ayuda de la comunidad internacional y la violencia entre grupos étnicos.

Eso sumado al apoyo que algunos dan por descontado de otros países al movimiento insurgente.

“Los talibanes tienen ahora acceso a armamento moderno, al que ni siquiera tiene acceso el Gobierno y algunos países de la región han empezado a suministrarles apoyo”, afirmó a Efe el analista Nazar Muhammad Mutmaeen.

Pero otros mantienen que las disputas internas han debilitado la maquinaria de los talibanes, que no han avanzado sustantivamente este año en el este del país.

“Un gran número de talibanes, antiguos HIA (movimiento insurgente Hezb-e-Islami, que firmó la paz el año pasado con el Gobierno) han dejado de pelear para Haibatullah debido a la crisis de liderazgo”, indicó a Efe Safiullah Mullahkhil, miembro del centro de investigación Rana.

Pero quizá la mayor debilidad en el campo de batalla ha sido la pérdida de Tora-Bora, el complejo de cuevas bajo las montañas con ese nombre en las que se escondió Osama Bin Laden tras los atentados de 2001 y que el EI les arrebató en combate.

“Esto muestra que la capacidad de los talibanes está cayendo y que sus comandantes ya no se ayudan unos a otros”, afirmó Mullahkhil.

Etiquetas
stats