El Ayuntamiento de Córdoba privatiza el Alcázar de los Reyes Cristianos

El Ayuntamiento de Córdoba ha iniciado los trámites para

privatizar la gestión del Alcázar de los Reyes Cristianos, monumento municipal

enclavado en el entorno del barrio de la Judería, y dejarla en manos de una

empresa privada que será la encargada de la apertura del monumento, el cobro y

precios de las entradas, así como las actividades culturales y lúdicas que se

realicen en su interior.

Así, el Gobierno municipal (PP) ya ha dado su visto bueno en Junta de Gobierno a

la realización de una concesión a una empresa privada del Alcázar y sus

jardines, visitados por miles de turistas al año en un entorno, el casco histórico

de Córdoba, declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Hasta ahora, la gestión estaba en manos municipales a

excepción de una concesión parcial a una entidad mercantil que fue la encargada

de poner en marcha el espectáculo nocturno de luz y sonido en este recinto,

entidad que también se hacía cargo de la apertura del monumento los lunes (día

en que los museos y monumentos cierran habitualmente), así como en otras

franjas horarias fuera del horario habitual del monumento municipal.

Subida del precio de las entradas

Subida del precio de las entradas

De hecho, los precios de las entradas para visitar el

Alcázar se encarecen cuando es la empresa privada la que se encarga de la

apertura del monumento, algo que los trabajadores temen que ocurra también con

la privatización completa de la gestión de este recinto.

En este sentido, señalan que mientras el Ayuntamiento cobra

un precio de 4,50 euros por entrada y grupos como los mayores de 65 años y los

menores de 14 están exentos del pago, la empresa privada cobra las entradas a

6,80 euros y sólo reduce un 50% su precio tanto a jubilados como a niños.

A juicio de María José Víbora, miembro de la Junta de

Personal del Ayuntamiento, “que el monumento pase a manos privadas dificultará

el acceso y la entrada a un patrimonio que es nuestro, que es de todos“.

Los trabajadores, que serían reubicados, rechazan la privatización

Los trabajadores, que serían reubicados, rechazan la privatización

A los ocho trabajadores que actualmente componen la

plantilla del Alcázar de los Reyes Cristianos, el Ayuntamiento ya ha decidido

reubicarlos en otras áreas y dependencias municipales. Sobre este punto, los

trabajadores se preguntan “dónde está el supuesto ahorro”, al que se acoge como

argumento general el consistorio, si sus salarios van a ser pagados igualmente.

No obstante, han expresado su “total y absoluto rechazo a la

privatización de la gestión del Alcázar

porque no queremos que se convierta en un chiringuito para enriquecer a una

empresa privada“, ha dicho el presidente del comité de empresa, Juan Miguel

Carvajal.

En ese sentido, ha explicado que sus cálculos hablan de una

recaudación cercana a los 600.000 euros por entradas al año en el monumento, un

montante que “debería repercutir en la ciudad y no ir ahora a manos de una

empresa privada“.

Voluntad de diálogo

Asimismo, el comité de empresa ha mostrado la “voluntad y predisposición de los trabajadores para adaptarse

a las necesidades que surjan“ en referencia a nuevos horarios del monumento u

otros requerimientos, con el objetivo de mantener sus puestos de trabajo en el

Alcázar y “mantener los beneficios del monumento en la ciudad y no en una

empresa privada“.

Critican, de igual manera, la decisión tomada por el

gobierno municipal sin sentarse a dialogar con ellos sobre esta situación

y señalan que, con la privatización “una empresa privada se beneficiará del

patrimonio público de todos los cordobeses y de la Humanidad“, en lo que

piensan que es una maniobra desde el Ayuntamiento que “gobierna para los

intereses privados“.

Los trabajadores del Alcázar de los Reyes Cristianos han

iniciado, además, una campaña de información entre turistas nacionales e

internacionales con el reparto de octavillas en español e inglés donde informan

de la situación que viven con la decisión de la privatización del monumento.