VÍDEOS | Microalgas, el poder de lo diminuto

Dice el refranero popular que los buenos perfumes vienen en frascos pequeños; es decir, que el tamaño de algo no determina su valor. Pasa con las microalgas. Su nombre mismo da idea de su dimensión. Las microalgas son organismos microscópicos que, sin embargo, son fundamentales para el mantenimiento de la vida en la Tierra a través de la fotosíntesis.

Las microalgas están presentes en todos los cuerpos acuáticos, así como en el suelo y en la mayoría de ambientes terrestres por extremos que sean. También tienen gran presencia en los laboratorios. Por ejemplo para convertir los residuos de la cerveza en fertilizantes y nutrientes para animales. Es la investigación que realiza la Universidad de Almería junto a la Estación Experimental Las Palmerillas para dar una segunda vida a los residuos de la industria cervecera.

De igual manera, investigadores de ambas instituciones trabajan con microalgas en la depuración de residuos animales para su transformación en biodiésel. También en biofertilizantes o pienso para animales. También las algas microscópicas son la herramienta utilizada por investigadores de la Universidad de Jaén para convertir aguas residuales y de almazaras en biocombustibles. Un estudio basado, principalmente, en el poder de estos microorganismos para eliminar el C02, que es lo que permite obtener una biomasa que da lugar al biocombustible. O lo que es lo mismo, microalgas como materia prima para apostar por energías sostenibles.

Sin salirnos de la almazara encontramos otra utilidad para las microalgas. Y también gracias a su poder depurador. La producción del aceite de oliva implica el uso de una gran cantidad de agua en las almazaras. Agua que tras su uso queda contaminada y no puede utilizarse para el regadío ni puede verterse a la red de saneamiento. Sin embargo, dos empresas han desarrollado un sistema ecológico para depurar las aguas residuales de la producción del aceite de oliva. Una infraestructura de bajo coste que permite ahorrar hasta un 90 % en el consumo de agua potable en el sector.

Ahorro y sostenibilidad gracias a las microalgas se juntan en el estudio de científicos de la Universidad de Sevilla. Una investigación basada en un fenómeno natural como la bioluminiscencia. Ciertas microalgas y bacterias son capaces de transformar la energía química en luz. A partir de dicho fenómeno han diseñado un sistema de iluminación para generar luz sin necesidad de ninguna otra fuente de energía y sin generar residuos.

Las microalgas también son grandes aliadas en la investigación en el campo medicinal. Por ejemplo para sentar las bases para fabricar nuevos medicamentos contra el cáncer. Investigadores de la universidad de Almería han desarrollado un sistema de cultivo que permite elevar la producción de un tipo de microalga con propiedades terapéuticas contra el cáncer y el dolor. Un primer paso para su uso en la industria farmacéutica y la creación de medicamentos.

Igual que las microalgas pueden ser la materia prima para el desarrollo de nuevos medicamentos, puede serlo también para eliminar restos de fármacos en aguas residuales. El cuerpo humano desecha partículas de los fármacos que no eliminan después las plantas de depuración. Así, los restos de fármacos llegan al mar a través de las aguas residuales. Sus efectos en el ecosistema son por ahora desconocidos y en averiguarlo se hallan inmersas investigadoras del Centro Andaluz de Ciencia y Tecnologías Marinas. Mientras tanto, proponen el uso de microalgas para eliminar los restos de fármacos de dichas aguas.

Subestimar el poder de algo o de alguien por su tamaño es, a la vista está, un error. Las microalgas son organismos fundamentales para la vida. Y no solo eso, además de ser esenciales para que vivamos, lo son también para que vivamos bien.