Ali canta “Para bailar la bamba” mientras se ducha y a Abdurahman le gusta la pizza con mucho queso; Hamid escucha música rap mientras Salima va a la playa con su amiga Fátima y quiere escribir la historia de su vida. Son chavales que han estado en centros de protección de menores, iguales en gustos, temores y deseos que el resto de la juventud, y quieren que la gente les conozca para desmontar la imagen falsa que algunos presentan de ellos. Por eso han impulsado con el apoyo de Málaga Acoge, asociación federada en Andalucía Acoge, y la Escuela de Arte San Telmo Málaga “Queremos contar, queremos escuchar”, una campaña que dice “no” a la estigmatización de los jóvenes extutelados mostrando su día a día su verdadera realidad.
Desde el 4 de mayo, la campaña está en las calles de Málaga y circula en las redes sociales con el hashtag #QueremosContarQueremosEscuchar. En decenas de mupis y marquesinas, bajo el lema “Mismos gustos mismos derechos”, se lee 'El 81 % de los MENA canta habitualmente en la ducha', 'El 76% de los MENA pone primero los cereales', y 'El 58% de los MENA coloca el rollo hacia fuera'. También 'El 46% de los MENA prefiere los churros con chocolate' y 'Al 78% de los MENA le gusta la pizza con extra de queso'. Se trata de una respuesta de los propios chavales que, desde el humor y la cotidianidad, reivindican la igualdad con el resto de la juventud.
“Queremos contar, queremos escuchar” es un proyecto enmarcado en la novena edición de las jornadas de diseño Telmodice de la Escuela de Arte San Telmo. Tiene su origen en varios talleres en los que Málaga Acoge participó junto a Ali, Hamid y Abdurahman, tres jóvenes que acompaña la asociación, estudiantes, profesores y los estudios de diseño Buenaventura (Granada), Atipo (Asturias) y Rubio & del Amo (Murcia).
Abdurahman hace prácticas de sus estudios de grado medio de informática en una empresa. Le gusta coger la moto y el fútbol. Ali prefiere correr, el boxeo y sube vídeos a Tik Tok. Trabaja en una empresa de limpieza; Hassan estudia y le gusta dibujar; Fátima hizo un curso de ayudante de cocina y quiere seguir formándose. Ali, Salima, Abdurahman son nombres que humanizan el término MENA, acrónimo de Menor Extranjero No Acompañado, cuyo uso se ha pervertido y cosifica a estos chavales. Los jóvenes hacen suya esta palabra para cambiar el punto de vista y restarle la carga peyorativa que tiene habitualmente.
Adultos de la noche a la mañana
El proceso creativo de la campaña, entre enero y marzo, se recoge en un vídeo documental, realizado por el estudio granadino 2041, que se presentó el 12 de mayo en el Teatro Albeniz de Málaga. Ali, Hamid y Abdurahman, que rondan la veintena, son sus protagonistas: “Hay gente que dice que los inmigrantes vienen aquí a quitarnos el trabajo. Por eso, hemos decidido hacer esta campaña”, explicó Ali antes de la proyección del vídeo. En las últimas escenas del audiovisual, Hamid asegura que “si tienes un sueño, trabajas y no descansas, seguro que lo consigues”.
Y es que la mayoría de los jóvenes extutelados que reciben apoyo salen adelante. Pero su camino no es fácil al verse obligados a convertirse en adultos de la noche a la mañana, sin ayuda, cuando cumplen los 18 años y tienen que salir de los centros de protección de menores. Este proyecto colaborativo es también un reclamo a las administraciones para que acompañen a los niños, niñas y jóvenes que no cuentan con una familia hasta que puedan llevar una vida adulta autónoma.
“Queremos contar, queremos escuchar” ha puesto de manifiesto la dimensión humana del diseño y ha demostrado que a través de la colaboración y la participación de distintos agentes sociales en el proceso creativo pueden surgir proyectos de un trasfondo grande. Los mupis y soportes digitales, cedidos por el Ayuntamiento de Málaga, estarán en la calle hasta el próximo viernes 21.
El siguiente paso está en que no se quede en una simple campaña, sino que trascienda.
En estos días chicos y chicas como Hassan, Mustafa, Abdurahman, Ali o Salima están teniendo voz en distintos medios de comunicación. Frente a la desinformación, los bulos y la criminalización, estos jóvenes están contando al mundo quiénes son realmente y qué quieren hacer. Estudian, trabajan, se divierten, comen pizza, cantan en la ducha, toman churros con chocolate... Son nuestros vecinos y vecinas. Escúchales.
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