Goleada a la parrilla y vuelta de Maikel Mesa
A más de 30 grados, en una mañana sofocante en la que nadie convino una pausa de hidratación en medio del juego, el Tenerife siguió a lo suyo, un guion repetido de victorias con la puerta a cero y goleadas caseras. La de este domingo en el Heliodoro —frente al Ourense CF y a la puerta del otoño— con sendos goles de De Miguel y Enric Gallego y el tercero de Maikel Mesa, recuperado por Cervera para júbilo de una grada que lo recibió como si el regreso de un hijo pródigo se tratara. Y todo a la parrilla.
Mantiene el Tenerife una marcha tan impecable como escasa pudiera parecer. Se le había apuntado al Racing de Ferrol a esto de ganarlo todo, pero la imbatibilidad de Dani tras cuatro jornadas —que es mucho— le deja como más líder aún. Con la misma impresión de que no se la aparecido un rival que le comprometa un resultado, así este Ourense voluntarioso que subió las prestaciones con los cambios en lo que el Tenerife se acomodaba con un 2-0 que parecía saldo suficiente.
Cervera repitió once por tercera vez y el Ourense le planteó un partido en su medio campo. Cerró con tres centrales liderados por el exblanquiazul Adri Pérez, dos laterales sin instrucciones de doblar, cuatro medios y el tinerfeño Amin arribado, empeñado en sacar de quicio a Álvaro o Landázuri, tanto daba. Una mano suelta aquí, una patada allá, solo le surgió un remate entre los palos, pero puso un punto de acidez a un partido más de momentos que de ratos. Impreciso cuando la quiso jugar filtrada por dentro, sin oportunidades de lucimiento Nacho Gil más allá de los córneres que pone, hubo un poco de Alassan colocándola al área, dos muchos de lo que mandan Juanjo y Aitor Sanz —uno desplegado, infatigable; el capitán sacando petróleo de la colocación— y otro tanto de paciencia salvo el 1-0 benefactor.
Con un argumento infalible contra defensas blandas, lo que abrió la serie de hoy fue cosa de Gallego y De Miguel. Un veterano que domina los quites en el área sembrando el miedo y provocando errores y el otro para cazar el balón rebotado a continuación que mejoró con un tiro cruzado que agarró a Álvaro vencido. Consumido un sexto del choque, la respuesta del Ourense fue mantener el plan, más realista que suicida, no fuera a ser que abriendo espacios a la espalda hiciera el Tenerife más sangre.
Vivió hasta la pausa casi sin sobresaltos —salvo un mano a mano de Nacho Gil que salvó Álvaro, notable—, fiado a la solvencia de Adri Pérez en la marca fuera del área, buscando una caída buena de Ouhdadi y con Amin encantado en la pelea con los cierres locales que consintió un árbitro que, huyendo de problemas, cuando los encaró fue salomónico: tarjetas a Landázuri y al adejero para resolver la enésima disputa.
De vuelta del descanso, con Calavera relevo de Aitor Sanz, el Tenerife tiró de experiencia y talento para negociar una segunda parte en la que solo los goles ocultaron el desacoplamiento en el que acabaron por incurrir los locales, especialmente cuando cayó el 2-0 y el Ourense comenzó a proyectar al lateral por el flanco de Dani Fernández, una táctica que llevó el balón al área de Dani y permitió dos jugadas en las que tentó la suerte del Tenerife.
Antes una pelota con veneno roscada por Ouhdadi que interceptó Álvaro González con un cabezazo que repelió el poste y luego un remate a la media vuelta de Amin que rechazó el portero en la única complicación que le generó el equipo de Dani Llacer, siempre más aparente delante que atrás.
Entre medio de lo poco con lo que amenazó el Ourense, el balón parado fue anticipando el desenlace. Con media hora consumida, el primero de los dos penaltis, tras una mano de Jeirín que desvió un remate arriba de Gallego. Medio minuto antes de que el árbitro acabara de reafirmarse en la sanción, Gallego ya andaba con el balón camino de los once metros y del tiro con el que engañó a Álvaro.
Y ya con el tiempo añadido —ocho minutos que se gastaron en revisiones en el minivar—, Noel López provocó a César Moreno y picó el defensa con un derribo que retrató la inocencia de los suyos. Con Gallego en el banquillo, no podía ser otro que Maikel Mesa el que avivara la parrilla con un gol tan celebrado por la grada como por el delantero. De vuelta al fútbol, gana el Tenerife otra baza para hacerlo aún más fiable.
CD Tenerife: Dani; David, Álvaro González, Landázuri (José León, min. 69), Zoilo; Alassan (Dani Fernández, min. 69), Aitor Sanz (Calavera, min. 46), Juanjo, Nacho Gil (Noel López, min. 88); De Miguel y Enric Gallego (Maikel Mesa, min. 78).
Ourense CF: Álvaro; Enol Coto, Prado, Adri Pérez (Nacho Castillo, min. 75), Jelbat, Hugo Sanz; Guerrero (Camus, min. 65), David Muñoz (César Moreno, min. 65), Jerín (Kensly Vázquez, min. 75), Ouhdadi (Punzano, min. 85); y Amin.
Goles: 1-0, min. 15: De Miguel. 2-0, min. 65: Enric Gallego, de penalti. 3-0, min. 90+7: Maikel Mesa, de penalti.
Árbitro: Gerard Brull Acerete (Comité Catalán). Amonestó a los locales Landázuri (min. 45+4), y De Miguel (77); y a los visitantes Coto (35), Amín (45+4), David Muñoz (51) y Adri Pérez (66).
Incidencias: Partido de la cuarta jornada del Grupo I de la Primera Federación 25-26. Estadio Heliodoro Rodríguez López, ante 13.937 espectadores. Antes del comienzo se recuperó el canto del Riqui Raca, histórico grito de ánimo del CD Tenerife.
0