Kokotxas en salsa amarilla
Las kokotxas se toman en sala verde, mis niños. Si se le echa mostaza amarilla o mojón picón les da un corte de digestión. Es un plato exquisito de la cocina vasca, agallas de merluza, mis ídem. Agallas como las que se dejaron en el vestuario de Anoeta a la hora de saltar al campo para seguir soñando en esta Liga estrellada.
¿Qué carajo comió Las Palmas en la capital gastronómica de este lado del mundo mundial como para salir de vientre ante la Real Sociedad? Fuerte descomposición inesperada. Qué apatía y desdén. Cuánta desgana. Y para más inri, William José se quiso convertir en la salsa de todos los platos. En el verdugo implacable de sus ex.
¿Y qué mosca le picó a William José? ¿Se moría de hambre mi hombre en la isla que salió a zamparse a Las Palmas él solito? Qué noche tan pesada. Una interminable indigestión de un equipo frío, deshilachado desde el primer pitido y ese inmediato 1-0 de su ex delantero brasileño. Tanto, que en 20 minutos estaba todo servido. Y Prince Boateng en la ducha y sin Real Madrid por evitar con las manos un gol.
A la UD le pudo caer en Donosti una buena tunda de campeonato. Solo la mala puntería de William José (y eso que marcó dos de los cuatro goles locales) salvó al equipo de Setién de una histórica goleada. Pero esta segunda caída al suelo en la Liga nada tiene que ver con la de Sevilla. Es más grave porque no hay por dónde cogerla. Y más complicada porque necesita de un remedio casero inmediato…
Una mala digestión la tiene cualquiera, pero justo cuando de postre semanal hay merengue, como que no. ¿O sería precisamente eso, comerse el postre con los ojos sin terminar el primer plato lo que ha atragantado a la UD? Porque extraña mucho la actitud sobre el terreno de un equipo que, como todo el mundo presupone, no va a estar arriba toda la vida, pero había demostrado que por ahora, sí podía.
Habrá que ver cómo se recompone Las Palmas. Al menos volvió Jonathan Viera al equipo después de dos partidos ausente. Pero no fue el almax amarillo. Toca que lo sea el sábado ante el Real Madrid, y que pase rápido este ardor de estómago que se ha llevado por delante a Pedro Bigas, Lemos, Boateng y muchas ilusiones isleñas.
Hala, arriba d’ellos.