Silva, Vitolo y Pedro dan el toque canario a una selección que afronta un duelo clave por el liderato
La selección española retoma el pulso de la competición tras cuatro meses de parón, con un duelo trascendental en la pelea por la plaza de acceso directo al Mundial 2018, sin opción de fallo en el mano a mano con Italia y ante el rival, Israel, que se ha postulado como la tercera vía.
Se esperaba a Albania, selección que dejó buenas sensaciones en la última Eurocopa, como el rival que incordiaría a las dos grandes en la lucha por el liderato de grupo. En el campo se lo ha ganado Israel con descaro, un juego ofensivo que tiene en Gijón el mayor de sus exámenes ante una España que vuelve a levantar ilusión.
Los de Julen Lopetegui llegan concienciados de la importancia de la cita, sin mirar a los amistosos de enjundia que están midiendo su actual nivel. Lo vivió en Wembley en el último partido de 2016 -empate ante Inglaterra- y lo extenderá en Saint Denis contra Francia, tras jugar en El Molinón el único partido que tienen en mente.
Lopetegui recupera para la cita a Pedro Rodríguez, igual que desde su llegada hizo con el compañero en la delantera del Chelsea, Diego Costa. Se olvidó de él en el final de su etapa Vicente del Bosque tras ser clave para que eligiese España antes que Brasil y con Pedro tuvo un final con polémica. En la víspera del partido que acabó marcando el camino de la Roja en la Eurocopa de Francia, ante Croacia, el isleño mostró su pesar por no tener el rol que sentía que merecía.
Las lesiones en el último encuentro de la era Del Bosque provocaron que tirase de Pedro en los últimos minutos a la desesperada ante Italia. Desde entonces han pasado nueve meses en los que el delantero del Chelsea ha aprendido a valorar lo que tenía para regresar con nueva mentalidad y más hambre aún si cabe. Cuenta con opciones de titularidad, aunque pelea con David Silva por una plaza para el tridente en el que Vitolo y Diego Costa parecen tener el puesto asegurado.
El once de Lopetegui está pendiente de un jugador, Dani Carvajal y su evolución del proceso gripal que sufre. Si no está en condiciones de jugar la plaza en el lateral derecho sería para César Azpilicueta, aunque Nacho Fernández también puede ser una solución.
En el centro del campo el seleccionador español tiene que decidir entre Thiago Alcántara, al que ha convertido en el referente del juego desde su llegada, o Koke Resurrección, que brilló en sus últimas apariciones con la Roja. Ya que Andrés Iniesta vuelve para asumir el liderazgo absoluto en el juego.
España es la cuarta selección más goleadora de la fase de clasificación mundialista con 15 tantos, tras Bélgica (21), Alemania (16) y Portugal (16), después de jugar cuatro jornadas. Tres victorias y un empate en casa de su rival directo por el liderato, Italia, dejan un bonito pulso sin opción de fallo como local.
Israel ha marcado una media de dos tantos por partido, convirtiéndose en la sorpresa del grupo, con un viejo conocido del fútbol español como máximo artillero. Tres dianas ha firmado Tomer Hemed, exjugador de Mallorca y Almería, ahora en el Brighton inglés.
Llega a Gijón en un gran momento, con tres victorias consecutivas tras comenzar la fase de clasificación con derrota ante Italia (1-3). Especialmente importante fue su triunfo en el último partido, a domicilio y en casa de su rival directo, Albania, con un incontestable 0-3 que alimenta el sueño de optar a participar en su segundo Mundial, tras hacerlo en México 1970.
Su seleccionador Elisha Levy, que está a punto de cumplir un año al mando, cuenta con una importante baja en la portería. Por sanción no puede jugar Dudu Goresh, uno de los jugadores claves en la buena marcha de Israel, que dio el triunfo en Macedonia deteniendo un penalti. Ofir Marciano, portero del Hinernian escocés, se perfila como el sustituto por delante de Boris Kleyman, del Beitar Jerusalem, para ocupar su lugar en un duro examen ante España.
Debe decidir Levy si mantiene la identidad de su equipo jugando en España, manteniendo su propuesta ofensiva y de fútbol directo, o hace retoques para esperar al rival en su terreno apostando por la velocidad al contragolpe. De su plan más descarado con Tomer Hemed, Eran Zahavi y Ben Haim en ataque, podría caerse uno para reforzar el centro del campo.