La carrera de la Gran Canaria Maratón hasta cumplir su décimo aniversario

Salida de la Gran Canaria Maratón 2018. (ALEJANDRO RAMOS)

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

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El largo camino de la maratón de Gran Canaria hasta cumplir los diez años -situada este 2019 en el séptimo puesto nacional del ránkin elaborado por la Real Federación Española de Atletismo- hunde sus raíces en 1978. Antes de ese año se celebraba La Hora, una carrera en la Avenida Marítima de 60 minutos de duración que ganaba quien hiciera una distancia mayor; pero fueron las personas que formaban parte del Club Atlético Insular (CAI) quienes, posteriormente, organizaron una media maratón en la ciudad capitalina hace 41 años.

Se trataba de recorrer una distancia de 21 kilómetros y se disputaba durante los meses de noviembre. Esta carrera duró hasta quince ediciones y el relevo lo cogerían los mismos promotores, ya sin el paraguas del CAI, creando en 1980 la Maratón Islas Canarias. Los participantes salían de Gáldar y cruzaban la meta en la capital grancanaria en la Avenida Alcalde José Ramírez Bethencourt, pasando por Sardina del Norte, Cenobio de Valerón, Bañaderos, San Andrés, Guanarteme o la Avenida Marítima.

En aquella década, al no haber tanto tráfico, se celebraba la carrera abierta, es decir, no se cortaba el tráfico y los espectadores se ubicaban en cruces. Pero con el paso de los años se incrementó el número de vehículos y se produjo un accidente: un turismo atropelló a un participante. Esto provocó que la carrera desapareciese en 1993. Después de este suceso, la organización de la carrera pasaría de las manos de los equipos de atletismo a la institución pública. El Cabildo de Gran Canaria creó y gestionó durante nueve ediciones la celebración de una media maratón que se celebraba en años alternos hasta 2008/2009. Ese año se había producido una baja participación en la carrera de 21 kilómetros y la corporación insular buscaba desarrollar un modelo diferente.

Técnicos de la administración pública realizan viajes para acudir a diferentes exposiciones sobre cómo se organizaban otras maratones en el ámbito nacional. Y así, encontraron el molde sobre el que encajar una carrera de 42 kilómetros en Gran Canaria: Mallorca. Inspirándose en la isla balear, crean la Gran Canaria Maratón, pero no solo centrados en una prueba atlética sobre asfalto, sino ideada como un conjunto de actividades.

En aquella primera edición se creó una carrera de desayuno, que ha derivado en la actual 3k Gran Canaria Accesible; también se celebró una prueba para niños, que ha evolucionado a la Mini Maratón, que cada año ha alcanzado el tope de inscritos; o una distancia de 5 kilómetros para alumnos de institutos, algo que se ha ido enmarcando dentro del 10k, pero este año se recupera como entidad propia, con 16 equipos formados por 10 alumnos cada uno.

Todo creado alrededor de las pruebas estrella de la fiesta del atletismo canario: la media maratón y, por primera vez, la maratón, una carrera que tenía el epicentro en la calle Venegas y se hacía a dos vueltas. En aquella primera edición, que sentarían las bases para las nueve siguientes, participando en la suma de los eventos centrales unas 1.700 personas (alrededor de 3.000 contando el resto de pruebas).

El camino ya quedaba fijado y en los años siguientes las administraciones añadirían o quitarían detalles con el objetivo de mejorar un evento que aumentaba su participación a cada edición. La Gran Canaria Maratón, sin dejar de estar en manos públicas, pasó a ser organizada por empresas privadas desde 2015. Así, mientras que antaño las carreras eran organizadas por clubes o federaciones, en la actualidad corre a cargo de instituciones públicas y privadas.

En 2015 se introdujo un cambio significativo: los tres últimos kilómetros cambiaban su ubicación para situarse en la zona del Auditorio Alfredo Kraus, con la recta final en la Plaza de la Música. En cuanto a la participación en la prueba reina, la que marca la posición en el rankin de la Real Federación Española de Atletismo, en la edición de 2017 se consiguió superar los 1.000 finishers, es decir, el número de corredores inscritos que cruzan la línea de meta de la maratón.

En los últimos años, los objetivos fijados por la corporación insular se han encaminado en aumentar la participación y mejorar las marcas, algo que consigue dar mucha publicidad a este tipo de eventos. Aunque la participación en las tres pruebas principales -10, 21 y 42 kilómetros- ha decrecido desde el pico alcanzado en 2015 (7.580 participantes), en conjunto superan los 10.000 inscritos durante las seis carreras que se celebran durante este fin de semana. Lejos quedan los 3.000 participantes en total de 2010.

Con la contratación de 25 atletas de élite, se espera que en esta edición se bata el record masculino (2 horas, 13 minutos y 19 segundos, en manos de Mather Kipsaat desde 2017) y el femenino (2 horas, 34 minutos y 56 segundos, de Shasho Insermu, desde 2015). Por otro lado, también es destacable el papel de muchos participantes canarios, como la conejera Aroa Merino, que ha conseguido vencer tanto en la media maratón (01:15.09, en 2018) como en la maratón (2:46.21, en 2017). Dos residentes en Gran Canaria -Doroteo Martínez (2:35:32) y Eoin Flyn (2:29.15)- también se han alzado con la victoria en la distancia de 42 km.

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