Un año más tarde, la estrella de Las Palmas brillará en el firmamento de Primera División
La estrella de la Unión Deportiva Las Palmas brillará, 13 años después, en Primera División, tras vencer 2-0 al Real Zaragoza en un tenso encuentro en el que los de Paco Herrera vengaron el cordobazo de hace 364 días y que por fin, al tercer playoff, permite a la entidad de Pío XII asomar la cabeza en la elite del fútbol español.
Las Palmas salió envalentonada a por la remontada y con la idea clara: balones largos para Asdrúbal y Araujo, la dupla que conformaba la delantera amarilla titular en la final. Por contra, el Zaragoza fió su suerte a hacer bueno el 3-1 de la ida, perdiendo tiempo a la mínima que podía.
Los de casa dominaban, pero no tenían grandes ocasiones, hasta que en el 18 un lanzamiento de falta de Jonathan Viera requirió de la intervención de Bono, quien mandó el balón al saque de esquina.
Tras esto, el Zaragoza, que apenas había hecho trabajar a un Casto titular por primera vez en el playoff, encadenó varias ocasiones seguidas. La primera fue de Willian José plantándose solo ante el extremeño, quien sacó el balón con los pies. Poco después, el guardameta mandó el balón al saque de esquina. Un córner en el que se le apareció la virgen a los de casa, ya que el cabezazo de Dorca lo despejó Culio en la misma línea de gol y el rechace golpeó el travesaño.
Tras poner el corazón en el puño, llegó el tanto con el que comenzó la historia más bonita, hasta el momento, del Estadio de Gran Canaria. Ángel recuperó el balón en su campo y, tras una gran cabalgada, se la dejó en los tres cuartos a Araujo, quien con un taconazo con el que le hizo un caño al rival, se la cedió a Culio. El argentino vio a Roque solo en la parte derecha del campo y se la pasó. El grancanario, con un tiro cruzado que dio en un defensa, metió el primer tanto del encuentro. Minuto 32 y Las Palmas que tenía una hora por delante para marcar el gol del ascenso.
Antes del descanso los amarillos pudieron poner el 2-0 en varias ocasiones. La primera, un cabezazo de Aythami en el 35 que se largó por encima del larguero y poco después un cabezazo de Culio a centro de Simón que se fue desviado, a pesar de tener todo para enviarlo entre los tres palos.
La Unión Deportiva regresó al campo tras el paso por el vestuario con una marcha más, con un Culio que en los primeros instantes colgaba balones al área desde su banda izquierda. En el 53 la tuvo Jonathan Viera, pero Bono salvó con sus piernas el chut del de La Feria. Después, el protagonismo le llegó a Araujo, que marcó un gol anulado por fuera de juego y que posteriormente hizo estirarse a Bono con un tiro desde la parte derecha del área. Las dos primeras de Araujo tocaron agua, pero el destino le reservaba el gol del ascenso.
Con una Unión Deportiva que era la dueña de la segunda parte, Paco Herrera movió el banquillo y dio más músculo al centro del campo con la entrada de Hernán por un bregador Asdrúbal.
Un despiste de Casto en el 70 a punto estuvo de costarle muy caro a los grancanarios. El guardameta salió del área con el balón en las manos, lo que fue señalado por el linier, aunque el árbitro le perdonó la amonestación. El tiro de Jaime fue a la defensa. Antes, David García había estrellado un balón al larguero en un saque de esquina.
Herrera dio entrada a Ortuño por Culio y, aunque Las Palmas se quedó sin bandas, tuvo más mordida en el ataque. La primera ocasión del murciano requirió de la intervención de Bono, quien salvó, una vez más, a su equipo. Sin embargo, nada pudo hacer en el 84 cuando Ortuño cabeceó una falta botada por Viera aprovechando la mala salida del portero magrebí. El balón se iba a ir por la línea de fondo pero Aythami lo rescató y lo devolvió al campo en una especie de chilena que Araujo, sin ángulo en el palo izquierdo, la metió al fondo de las redes.
A partir de aquí, Las Palmas se agarró a la Primera División y defendió la ventaja con uñas y dientes hasta que el árbitro, que dio cinco minutos de sufrido descuento, decretó el final del partido y los más de 28.000 espectadores pudieron disfrutar del ascenso robado hace un año por los desalmados que saltaron al campo. Si de algo sirvió el acontecimiento más doloroso en la historia reciente del equipo fue para que la parroquia amarilla pudiese celebrar el volver a Primera con los jugadores en el campo.
