Gran Canaria ya no es azul: el PP sólo resiste en tres municipios

María del Carmen Castellano y Francisco González, junto a otros destacados miembros del PP de Gran Canaria, en un acto de campaña. (ALEJANDRO RAMOS)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

La pérdida de poder municipal del Partido Popular (PP) en Canarias tras las elecciones celebradas el pasado domingo se manifiesta con mayor intensidad en Gran Canaria, feudo tradicionalmente conservador. La formación que preside a nivel regional el ministro José Manuel Soria tendrá a partir del 13 de junio 92 concejales en los ayuntamientos de la isla redonda, 43 menos de los que obtuvo en los comicios de 2011. En estos cuatro años ha perdido más de 46.000 votos en este territorio, lo que representa más del 70% de las fugas en todas las Islas. El mapa grancanario se despinta de azul.

De los doce consistorios en los que gobernaba –en solitario o con pactos-, el PP sólo resiste en tres localidades: San Bartolomé de Tirajana, Valleseco y Moya. En las dos primeras revalida su mayoría absoluta pese a perder un concejal en cada una de ellas. Marco Aurelio Pérez volverá a ser alcalde del municipio sureño después de que la lista que encabezaba, la coalición Agrupación de Vecinos –PP, lograra 13 de los 25 ediles de la corporación. Pérez ha atribuido la pérdida de un representante a la abstención (cuatro puntos superior a la de 2011). También renovará la Alcaldía Dámaso Arencibia en Valleseco, aunque cede un concejal al PSOE.

Moya representa la excepción a la tendencia a la baja del PP en la isla. La plancha liderada por Hipólito Suárez ha doblado su representación en el Consistorio, de 5 a 10 concejales, y se ha hecho con una holgada mayoría absoluta. Tras romper el pacto inicial con CC, en el pasado mandato los conservadores gobernaron el municipio con la Agrupación de Centro Independiente de Moya (ACIM), que en estos comicios ha concurrido en la coalición Unidos por Gran Canaria, como socio.

Sin embargo, el PP perderá las principales plazas de la isla y algunos de sus enclaves históricos. En Las Palmas de Gran Canaria sigue siendo la primera fuerza del Consistorio, aunque con 20.000 votos y seis concejales menos (10). En la capital está tomando forma un pacto progresista entre el PSOE (7), Las Palmas de Gran Canaria Puede (6) y Nueva Canarias (2). Después de cuatro años de mayoría absoluta, al equipo de Juan José Cardona no le salen las cuentas. Para poder gobernar, necesitaría al menos el apoyo de alguno de esos tres grupos, algo que se antoja poco probable. A una alianza con los nacionalistas también deberían sumarse Ciudadanos y Unidos para contar las actas necesarias.

Peor aún lo tiene en el segundo municipio en importancia de la isla, Telde. El batacazo de la lista encabezada por María del Carmen Castellano, que ha pasado de 8 a 3 concejales y ha perdido más del 60% de los votos cosechados en 2011, le deja prácticamente sin opciones de entrar en el gobierno. También se atisba un tripartito progresista en la Ciudad de los Faycanes, en este caso formado por NC, el PSOE y Más por Telde. Castellano, que pronto tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por el caso Faycán, apunta a la bancada de la oposición.

El PP ha perdido la mayoría absoluta en otras cuatro plazas históricas de los conservadores: Agaete, Artenara, Mogán y Santa Brígida. En las dos primeras, se podría reproducir el pacto que se vislumbra en el Cabildo de Gran Canaria entre el PSOE y NC. En Agaete, los socialistas y los nacionalistas, que van con Alternativa por Agaete (ALPA), ya han anunciado que pondrán fin a la mayoría que tiene el PP en esta localidad desde 1999.

También suma el acuerdo PSOE-NC en Artenara, mientras que en Mogán ambos partidos son la llave (los socialistas tienen dos concejales y los nacionalistas uno) para una alianza con Ciuca (10 ediles) o el PP (8). La portavoz de Nueva Canarias en el municipio, Isabel Santiago, ya ha advertido, no obstante, de que no pactará con Francisco González (PP) ni con Onalia Bueno (Ciuca) por estar imputados en el denominado caso Góndola de corrupción en la localidad sureña.

El caso de Santa Brígida es, sin duda, el más complejo. El PP ha sufrido una debacle sin precedentes en este municipio de medianías. Ha perdido más de la mitad de los votos con respecto a 2011 y 6 de sus 10 concejales. Con las ocho fuerzas políticas que han entrado en el Consistorio, la gobernabilidad en esta localidad pasa por, como mínimo, un tripartito. Ando Sataute, con cuatro concejales, tiene la carta ganadora para desbancar al PP, pero deberá confluir con, al menos, otros dos partidos. Cambio por Sataute, con tres, es el mejor colocado, pero aún harían falta dos ediles para cuadrar los números, ya que la mayoría está en nueve. PSOE (1) y NC (1) podrían sumar en la calculadora de un pacto progresista, aunque no es descartable la entrada de Unidos (2), Ciudadanos (1) o el CCD (1). En cualquier caso, las opciones del PP para continuar en este gobierno municipal son escasas.

Los otros tres municipios grancanarios en los que el PP tenía responsabilidades de gobierno en el pasado mandato son Ingenio, Firgas y La Aldea. En la primera de estas localidades ostentaba, con el apoyo de Agrupa Sureste, la Alcaldía de la mano de Juan José Gil, que acabó desvinculándose de la formación conservadora por las tensiones internas. Gil se presentó a los comicios del 24 de mayo con un nuevo partido, Somos, que se ha aliado con CC y ha conseguido 3 concejales, uno más que el PP. El pacto entre el PSOE y NC, que se ha unido a Agrupa Sureste, también encuentra acomodo en Ingenio, al igual que el de los socialistas y Somos.

En La Aldea, los conservadores, que formaban parte del gobierno municipal en pacto con NC y CC, volverán a la oposición después de la mayoría absoluta obtenida por el PSOE. En Firgas, por su parte, ha quedado relegado a un papel testimonial con un solo diputado (tenía 4) y su única posibilidad sería un pacto a tres con CC y otra de las fuerzas que han obtenido representación. Aquí la unión de PSOE y NC (Compromiso por Firgas) no suma los 13 ediles necesarios.

En el resto de los municipios grancanarios, el PP es también carne de oposición. En Agüimes, Gáldar, Guía Tejeda y San Mateo han conseguido mayorías absolutas Roque Aguayro-NC, Bloque Nacionalista Rural -NC, Juntos por Guía, Agrupación de Electores por Tejeda y Asamblea de Vecinos de San Mateo, respectivamente.

En Santa Lucía de Tirajana, NC sólo necesita el apoyo de otro concejal para mantener el bastón de mando. Los números dan para pactar con el PSOE, pero también con Fortaleza, Canarias Decide y Plataforma por Santa Lucía. El PP, con 3 representantes, pierde la mitad de los que tenía y no se encuentra en una posición de fuerza para una negociación en esta localidad.

El acuerdo insular entre el PSOE y NC también se puede reproducir en Teror y Valsequillo, municipios en los que los socialistas, en el primero de los casos, y los nacionalistas –con ASBA-en el segundo, han perdido la mayoría absoluta. Tampoco entra el PP en ninguna de las cábalas, salvo que se produzcan acuerdos a tres bandas de difícil ejecución. En Arucas se produce la misma situación con los conservadores, aunque en este caso la suma de socialistas y nacionalistas no es suficiente para gobernar y haría falta un tercer socio.

La pérdida de poder del PP va en paralelo a la consolidación y crecimiento de Nueva Canarias y a la irrupción de nuevas fuerzas, en especial a las integradas por Podemos (14 concejales), pero también a las de Unidos por Gran Canaria, Ciudadanos y otras plataformas electirales. El PSOE y CC se mantienen en los números de 2011.

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